Comprometidos con hacer lo bueno (1ª parte)

Escrito por el 19 de enero de 2023

Ser una persona de compromiso dice mucho de nosotros mismos, porque hacer un compromiso implica dar nuestra palabra, hacer una promesa y procurar a toda costa cumplir con lo que nos hemos comprometido.

Hemos hablado acerca de nuestros compromisos con nuestra fe cristiana, como es la oración, la lectura de la palabra, el ayuno, la comunión y nuestro llamado, pero también es muy importante hacer compromisos para mejorar o quitar ciertos hábitos que tenemos en nuestra forma de ser y ver la vida que también debemos revisar y entonces dejar las cosas buenas y desechar las malas y hoy comenzamos una serie que implica comprometernos con hacer lo bueno en este camino que llevamos a hacia la meta.

Y podemos pensar que nadie quiere hacer lo malo, pero hay cierta tendencia en nosotros a hacer más lo malo que lo bueno y esto en todos aspectos, en nuestra forma de pensar, en nuestra forma de hablar y en nuestra forma de actuar, la palabra de DIos dice en Romanos 7:15 “ Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.” Y en el verso 18 y 19 dice “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.”

Pareciera como un trabalenguas, pero realmente es asi, aborrecemos lo malo, pero al final lo hacemos, queremos hacer el bien, pero realmente hacemos lo malo, porque el pecado mora en nosotros, pero El Señor nos ha venido a traer libertad y nos ha dado una libre voluntad para querer hacer lo bueno y no solo quererlo, sino hacerlo.

Hoy vamos a hablar acerca de comprometernos delante del Señor a pensar lo bueno, porque todo comienza con un pensamiento, nuestra mente, según los expertos, es capaz de tener alrededor de 60 mil pensamientos en un día, algunas veces podemos decir que se nos ha quedado la mente en blanco, pero realmente no es así, siempre estamos pensando y aunque nos cueste reconocerlo, tenemos la tendencia a pensar lo malo, cada día batallamos por lo que pasa en nuestra mente y el enemigo trata de llegar hasta nuestros pensamientos, porque sabe que si gana la batalla en nuestra mente ya tiene la mitad de la batalla ganada, porque en nuestra mente de desarrollan fortalezas, argumentos y toda clase de ideas que finalmente se pueden llegar a volver una realidad.

Es en nuestra mente es donde se definen muchas cosas antes que se conviertan en hechos reales, si la mayor parte de veces pensamos lo malo, es importante comprometernos con EL Señor para pensar lo bueno, pero sino le tomamos en cuenta, nuestra mente se va a desviar de Su voluntad como dice Romanos 1:28 “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;”.

Hay que luchar contra los malos pensamientos, Martín Lutero decía “No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que aniden en ella.» Los pensamientos son esos pájaros que vuelan sobre nuestras cabezas, pueden pasar por encima y no podemos evitar que lo hagan, pero si podemos evitar que hagan nido y al final vivan en nuestra mente y se conviertan en una fortaleza.

Vamos a reflexionar en tres áreas en las que tenemos que tener cuidado para pensar lo bueno porque tenemos la tendencia a pensar: Mal de nosotros, mal de otros y mal de Dios.

Pensamos mal de nosotros: ¿Cómo pensamos acerca de nosotros? ¿Qué opinión tenemos de nosotros mismos? Muchas veces pensamos de forma dolorosa e injusta acerca de nosotros y eso no agrada al Señor, porque no nos vemos como Él nos ve, sino como el enemigo quiere que nos veamos, cada vez que por nuestra mente pasan pensamientos de impotencia, donde nos subestimamos, nos consideramos poca cosa, que no somos suficientes para lograr cosas, que somos tontos, que estamos siendo ridículos o cosas por el estilo, tenemos que pensar que son mentiras del enemigo para que nos sintamos mal, porque él quiere hacernos daño y que nuestro corazón se duela y perdamos el gozo.

A esto la palabra de Dios nos dice 1 Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” Debemos estar alertas y por eso debe convertirse en un hábito y cada vez que nos demos cuenta que estamos pensando mal acerca de nosotros, debemos rechazar esos pensamientos y buscar en la palabra qué dice El Señor de lo que nosotros somos, allí están todas las respuestas.

Pensamos mal de otros: ¿Cómo pensamos acerca de los demás? Nuestro primer pensamiento acerca de otros en determinada situación, sinceramente la tendencia es pensar mal. Juzgamos la forma en la que otros proceden sin estar seguros si es así verdaderamente, cada uno libra una batalla personal y no podemos juzgar a otros y pensar de otros porque igualmente seremos juzgados como dice Mateo 7:2 “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.”

Pidamos al Señor una mente que tiene buenos pensamientos acerca de los demás, si tenemos la tendencia a pensar mal de otros, regresemos inmediatamente a lo que es nuestro compromiso y pensemos bien, elijamos pensar bien de los otros, vamos a estar más tranquilos y seguro vamos a vivir con más gozo y más paz.

Pensamos mal de Dios: Quizás creemos que podemos pensar mal de todos, pero nunca de Dios, pero realmente sí que pensamos mal, cuando tenemos falta de fe, cuando hay incredulidad en nuestros corazones, cuando pensamos que nosotros actuamos bien y Dios cambió nuestros planes, pensamos mal del Señor, cuando cuestionamos nuestra situación y las cosas que nos pasan, tendemos a pensar mal de Dios y Proverbios 19:3 dice “La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.” Esta escritura dice que es la insensatez, la falta de juicio, la falta de madurez, de buen entendimiento la que tuerce el camino del hombre, pero luego es contra El Señor que se irrita o se enoja nuestro corazón.

Tenemos que luchar contra nuestros malos pensamientos acerca de Dios, porque Él nos ama y Jeremías 29:11 dice «Pues conozco los planes que para ustedes tengo, dice el Señor. Son planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza.” Los pensamientos de Dios son buenos para nosotros y nunca serán malos.

Así que hagamos un compromiso con hacer lo bueno y lo primero pensar lo bueno, no pensemos que todo está perdido, no pensemos de forma fatalista, pensemos lo bueno de nosotros, de los demás y sobre todo de Dios hagamos como dice 1 Corintios 14:20 “ Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.” Pensemos lo bueno y prosigamos hacia la meta.


Continuar leyendo

Canción actual

Título

Artista