Alianzas fuertes
Escrito por Daniel Valuja el 15 de mayo de 2023
Ana Suárez y Rubén Mena vienen de familias cristianas. Se conocieron en una actividad de Juventud para Cristo cuando eran adolescentes y lo que empezó en amistad, terminó años después en matrimonio.
Su historia de amor estuvo inicialmente vinculada al tema laboral porque desde jóvenes decidieron asumir el reto de trabajar juntos en la compañía dirigida por los parientes de Ana, una empresa comercializadora de maquinarias de troquelado. “Yo ingresé en 1983 asumiendo labores de logística, apenas éramos novios; posteriormente ascendí al área de ventas y en paralelo, Ana se desarrollaba en el ámbito administrativo”, explicó Rubén.
Con el pasar del tiempo, la empresa sufrió diversos cambios. Los padres de Ana decidieron involucrar a la ya casada pareja en labores directivas, hasta el punto que ambos tomaron las riendas de esta empresa ubicada en Barcelona. “Mis padres compartieron con nosotros su experiencia y a pesar de que estaban jubilados, nos ayudaron a empezar”, comenta Ana.
Desde entonces, Ana y Rubén comparten la enorme responsabilidad de dirigir una compañía que les ha brindado el sustento necesario para hacer familia. “Tenemos 36 años de casados, una hija, un hijo y ahora dos nietos y una nieta. De verdad estamos agradecidos con Dios”, resaltó la pareja.
¿Y las vacas?
En el mundo de los negocios es común encontrar empresas dirigidas por matrimonios, sin embargo, algunas de ellas suelen desaparecer debido a la ruptura conyugal. De hecho, muchos colegas de Ana y Rubén suelen preguntarles cómo han hecho para conciliar la relación por tantos años involucrando el trabajo.
“Para tener empresas fuertes, es necesario tener un matrimonio fuerte, y eso es posible con amor y cuidado”
Según el Instituto Nacional de Estadística de España, tan solo en el 2021 fueron contabilizados más de 90 mil casos de nulidad, separación y divorcio en el país por diversas causas. Por su parte, la Asociación Española de Abogados de Familia, publicó en el 2022 que la principal causa de divorcio está relacionada con “el desgaste, alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo”.
“Es cierto, conocemos compañías familiares que han acabado muy mal. Nosotros creemos que, para tener empresas fuertes, es necesario tener un matrimonio fuerte, y eso es posible con amor y cuidado; es como regar una planta constantemente, solo así puedes verla florecer”, destacó Rubén Mena.
También utilizó otra metáfora: “Nuestro deber es administrar sabiamente el matrimonio y la empresa. Es como si te hubiesen bendecido con dos vacas. Si solo nos enfocamos en los beneficios del ordeño, perderemos de vista su cuidado y alimentación; al final, serán con el tiempo vacas desnutridas que no podrán producir una leche de calidad”.
Por su parte, Ana agrega que el ejemplo de sus padres fue de mucha ayuda para entender su actual estilo de vida. “Desde el inicio, nos hicimos conscientes de las responsabilidades que implica manejar un negocio en familia y por eso lo vivimos de manera natural. Si hay victorias o derrotas, las compartimos; oramos, reímos y lloramos juntos. Me encanta vivir la vida con Rubén”, expresó.
Depender de Dios y luchar en equipo
Ana Suárez y Rubén Mena coinciden que la mejor manera de cuidarse como pareja al afrontar responsabilidades laborales es la dependencia de Dios.
“Ante cualquier adversidad, es clave luchar en equipo”
“Es nuestro valor principal en la empresa. También el tener claridad en los objetivos del negocio para ir en una misma dirección y entender que ante cualquier adversidad se debe luchar en equipo”, aseveró la pareja.
De hecho, Rubén comenta que cuando han surgidos viajes de negocios, hace lo posible por que Ana lo acompañe. “Nunca me gustó separarme de ella, ni de mis hijos. Es lo único que me desagrada de las ventas”, recalcó.
Otro aspecto importante es la práctica de la generosidad. Ana y Rubén manifiestan ser más felices cuando sirven. “Ser autónomos nos da libertad en el manejo del tiempo y así poder participar en la diaconía de nuestra iglesia local. También brindamos junto a otros hermanos atención a un hogar de ancianos, un banco de alimentos y un ropero”.
- Fuente Noticia: Protestante Digital.