Ambientes en conflicto
Escrito por Daniel Valuja el 24 de octubre de 2022
La denuncia por los mugidos de la vaca, que acarreó una multa de 300 euros para sus propietarios, no es el primer encontronazo entre los vecinos de la parroquia de Vega, en Siero. El pasado verano, un vecino denunció el ruido procedente de la cuadra donde habita Carmina, una xata que tuvo que ser destetada tras el fallecimiento repentino de su madre y los días posteriores berró más de lo normal.
En diciembre realizaron la medida de decibelios y la Policía Local constató que los mugidos superaban los 50 permitidos, llegando hasta los 74, por lo que se notificó a los propietarios de una propuesta de sanción. Según fuentes municipales consultadas por La Voz de Asturias, esta no es la primera disputa legal entre ambos. La razón de esta denuncia sería unos problemas vecinales que arrastran desde hace tiempo y que llevó al denunciante hasta acudir al Defensor del Pueblo para hacer valer sus derechos.
Según la mismas fuentes, el motivo de la denuncia no sería únicamente el ruido provocado por la vaca, sino también por los de una motosierra. El Ayuntamiento, al existir una denuncia, no tiene otra opción que tramitar la sanción. Cuando la familia denunciada realice las pertinentes alegaciones, se volverá a realizar una medición y si no supera el límite, se anulará la multa. Sin embargo, la norma de ruidos es una ley estatal y si los supera se verán obligados a continuar con la sanción. Según la Ley de Ruidos de 2003, en las zonas residenciales no se puede sobrepasar el límite de 55 decibelios durante el día.
El desencadenante de la denuncia fueron los mugidos de Carmina, una xata que por entonces tenía 15 meses y cuya madre tuvo que ser sacrificada por problemas de salud. Al dejar de amamantar repentinamente, argumentan los propietarios, Carmina pudo hacer berrar algo más, pero nada fuera de lo normal. La familia lleva décadas trabajando con animales en la zona y nunca han tenido un problema similar. El pasado martes recibieron la propuesta para sanción del Ayuntamiento de Siero por haber superado los decibelios permitidos.
Los propietarios de la explotación ganadera, con un total de 6 vacas, tienen 10 días para presentar alegaciones. Justificarán los mugidos de la vaca porque tuvo que ser destetada ya que su madre tuvo que ser sacrificada por un problema de salud. Tienen los papeles que acreditan el parentesco entre animales y las fechas de la muerte de la madre, sobre los días que se ejecuta la denuncia. En función de lo que resulte de la nueva medición de decibelios se continuará adelante con la sanción o no, a pesar de que los propietarios llevan décadas con animales en la zona.
Los propietarios sancionados por los mugidos de una vaca en Siero aún no comprenden cómo se ha podido llegar a tramitar la multa. «Pensábamos que no iba a llegar a nada, porque es ridículo, de risa», asegura Roberto Pandiello, hijo de los propietarios de la vaca. El pasado verano fueron denunciados por un vecino debido a los ruidos procedentes de una de sus cuadras, una xatina cuya madre había muerto y fue destetada repentinamente.
En diciembre, técnicos del ayuntamiento hicieron una comprobación de decibelios y el martes les llegó la denuncia a su domicilio: supera los 55 decibelios permitidos en la ordenanza municipal, llegando a 74. El Ayuntamiento les comunicó una propuesta para sanción de 300 euros. La familia, que tiene 10 días para presentar alegaciones, piensa recurrir la sanción y «estamos trabajando en ello. Esto es una zona rural y siempre ha habido animales», asegura Pandiello.
- Fuente Noticia: La voz de Asturias