Ante el resentimiento prosigo a la meta (3ª parte)
Escrito por Sully de Barra el 9 de mayo de 2024
En nuestro viaje espiritual, nos enfrentamos a gigantes que intentan socavar nuestra fe y confianza en Dios, desviándonos del camino o ralentizando nuestro crecimiento espiritual. Uno de estos gigantes es el resentimiento, que puede corroer nuestra vida y causar estragos, especialmente cuando lo guardamos en nuestro corazón.
El resentimiento, que implica repetir sentimientos de amargura y dolor, puede consumirnos y llevarnos a tomar decisiones equivocadas. Aunque como cristianos podemos enfrentar pruebas y heridas emocionales, es nuestra elección si optamos por albergar resentimiento o llevar nuestras cargas ante el Señor para liberarnos de ese peso.
La Biblia nos enseña que donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. Guardar resentimiento nos ata y nos impide experimentar esa libertad plena que Dios desea para nosotros. Sin embargo, podemos encontrar inspiración en las historias de aquellos que vencieron este gigante, como Mefiboset y Rut.
Mefiboset, a pesar de su discapacidad y la tragedia que marcó su vida desde joven, no permitió que el resentimiento dominara su corazón. Encontró gracia ante los ojos del rey David, quien le mostró compasión y le brindó honor y generosidad.
Rut, viuda y extranjera en una tierra desconocida, enfrentó su difícil situación con fortaleza y determinación, sin caer en el resentimiento. Su actitud le abrió puertas de bendición, llevándola a casarse con Booz y convertirse en ancestro del rey David.
Estas historias nos enseñan que el resentimiento puede cambiar el curso de nuestra vida, pero si elegimos perdonar y mantener nuestros corazones libres de amargura, podemos experimentar la plenitud de la vida que Dios tiene para nosotros. Sigamos luchando contra el gigante del resentimiento y avancemos hacia nuestra meta espiritual con confianza y fe.