Ante mis temores prosigo a la meta
Escrito por Sully de Barra el 19 de octubre de 2023
Estamos en un momento en el que el mundo vive bajo la influencia del temor. Las noticias no son alentadoras y aun los mismos presentadores de noticias transmiten el mensaje con preocupación, estamos ante una sociedad violenta, indiferente y actos sin corazón y sin temor de Dios se comenten todos los días.
Pero de forma personal también somos influenciados por los temores, muchas veces solo anidados en el corazón y en la mente, quizás no los confesamos a nadie, pero esos temores existen, temor la soledad, temor a la muerte, temor a una enfermedad, temor la escasez, temor al abandono, temor a un accidente, tantos temores de los que se puede llenar el corazón.
Cuando viene el temor debemos pensar ¿qué voy a hacer? ¿Voy a meterme en un caparazón o voy a identificarlo, luchar contra él y proseguir a la meta? Como primera cosa debemos entender que el temor es una emoción que surge por una situación de amenaza o peligro, que viene acompañado de inquietud, ansiedad, miedo, puede surgir como un pensamiento o lo más peligroso, es que puede evolucionar y crecer hasta llegar a tomar control de nuestras acciones y de todo lo que hacemos.
Hay personas que demuestran que tienen o viven con temor, son temerosas como su nombre lo dice, y las reconocemos a distancia por sus palabras, expresiones y forma de pensar, pero hay algo más peligroso que es el temor oculto, que puede causar el efecto paralizante que podemos vivir en un momento de peligro, pero al ir callado, nos va bloqueando a lo largo de nuestra vida, silenciosamente trabajando, hasta darnos la caída.
La palabra de Dios dice claramente en 1 Juan 4:18 “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” Evidentemente la biblia dice que quien teme no ha sido perfeccionado en el amor, porque el amor que es perfecto echa fuera el temor. Por lo que podemos decir que el amor profundo, constante y aferrado al Señor, nos ayudará a erradicar el temor, a que sea como un pájaro que vuela sobre nuestra cabeza como un pensamiento, pero que no permitirá que haga nido en ella, causandonos daño y destrucción.
Estudios de psicólogos y psiquiatras revelan que las enfermedades más comunes del siglo veintiuno son la depresión y la ansiedad, la depresión la veremos en otro tema, pero la ansiedad la podemos reconocer hoy, porque el temor de lo que podría pasar en el futuro, sea de aquí a 20 años o 20 segundos, genera ansiedad en el corazón.
Qué dice la palabra de la ansiedad en Filipenses 4:6-7 dice “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
En este camino hacia la meta no podemos vivir con temor y llenos de ansiedad, porque la palabra dice claramente que POR NADA estemos afanosos o ansiosos, pero hay una condición antes que nada LA ORACIÓN y con acción de gracias.
La palabra nos da las llaves que abren todas las puertas y en la puerta del temor y la ansiedad, la llave es la oración, porque cuando oramos estamos entregando a Dios todas aquellas cosas que salen fuera de nuestro control para que Él sea quien tome el control de todo, pero alli debe radicar nuestra confianza completa en Dios par no entrar en afan y ansiedad.
No hay una receta mágica, ni hay un método eficaz para dejar el temor en 3 pasos o en 6 o en 10, pero la palabra de Dios, sí que nos alienta y como decía antes nos da las llaves que abren todas las puertas para sacar el temor y la ansiedad de nuestras vidas.
Cuántos temores pueden anidar en el corazón de un hombre o de una mujer, no lo sabemos, según estudios revelan que los 5 temores más comunes en una persona son: Temor al cambio, temor a la soledad, pero hoy hablaremos de algunos y la escritura que nos lleva a la puerta de salida de esa condición:
TEMOR AL CAMBIO: Malaquías 3:6 “Porque yo Jehová no cambio”, una palabra tan sencilla y tan valiosa, Dios no cambia, podremos tener temor porque vienen cambios a nuestras vidas, pero el Dios en quien confiamos NO VA A CAMBIAR, podrán pasar personas por nuestras vidas, podrán pasar mejores o peores tiempos, podremos cambiar de situación, de país, de lugar, de vida completamente, pero Dios no cambia nunca y si en él confiamos, estamos seguros, no importa el cambio que debemos enfrentar.
TEMOR A LA SOLEDAD: Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” No estoy solo, el Señor está conmigo, él me ayuda, me esfuerza, me sustenta con la diestra de su justicia, si yo conozco esta escritura y la repito en mi corazón, en mi mente y con mi boca, cada día, su palabra dará fruto en mí y cuando el temor a la soledad llegue, no podrá contra contra mi.
TEMOR AL RECHAZO: Lucas 10:16 dice “El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.”
El tema del rechazo es muy doloroso en donde quiera que eremos o vivamos, pero tenemos que estar plenamente concientes que tenemos un padre, que tenemos un respaldo, que llevamos su vida y sus palabras en nosotros y si alguno de nosotros es rechazado, está rechazando al Señor, su amor nos guarda y nos defiende, pero si no leemos Su palabra, el rechazo hará su trabajo en nosotros hasta llegar a perder la alegría y las ganas de vivir.
TEMOR A LA ENFERMEDAD: Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Por las llagas de Jesús hemos sido curados, no importa la enfermedad que enfrentemos o que llegue a nuestras vidas. Él ya la ha llevado sobre sí mismo.
Hay sanidad para aquel que cree y si nuestro tiempo en esta tierra se ha cumplido, también traerá sanidad a través de llevarnos a su presencia y estar con Él. Eso nos lleva al quinto temor.
TEMOR A LA MUERTE: Juan 11:25-26 dice “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” No hay porque tener temor a la muerte porque el Señor es vida y si creemos en el viviremos, no moriremos eternamente, aun murieramos recordemos contra todo pronóstico que “para nosotros el vivir es Cristo y morir es ganancia”
Así que como dice la escritura en el Salmo 53:6 “En el día que temo, Yo en ti confío.” Esta escritura es para hoy, mañana y siempre. Si tengo temor, yo, en Él confío.
La clave para que nuestros temores no nos detengan en este camino hacia la meta: Oración para no vivir en ansiedad, permanecer en Su amor que echa fuera todo temor y muy importante, permanecer en Su palabra que tiene todas las llaves que nos dan la salida para cualquiera que sean nuestros temores.
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