Ante no sentirme suficiente (1ª parte)
Escrito por Sully de Barra el 23 de noviembre de 2023
Durante nuestro camino hacia la meta nos vamos encontrar con obstáculos, verdaderos gigantes que se levantan tanto externamente como internamente para desanimarnos, robarnos el gozo, la paz, la confianza en el Señor y hemos estado hablando de algunos gigantes como lo son la ansiedad, la tristeza, la frustración y hoy hablaremos de otro gigante no menos importante que es el NO SENTIRME SUFICIENTE.
Esta es una de las formas en las que más podemos ser atacados internamente, tan sutilmente que no nos damos cuenta y cuando logramos ver estamos cayendo en una trampa que el enemigo ha ido tejiendo lentamente para que estemos presos, por sentir siempre que NO SOMOS SUFICIENTES para ciertas y determinadas cosas, ante la vida, las personas, el llamado de Dios, en fin, el enemigo quiere que sintamos que no valemos para lo que podría ser una bendición para nuestras vidas.
¿Qué es sentirse insuficiente? Es una emoción muy compleja que implica que tenemos la percepción de que no cumplimos con ciertos niveles, expectativas, estándares, requisitos o forma de ser ante los demás o ante las situaciones que debemos enfrentar. Sentimos que valemos muy por debajo de lo que nos están requiriendo otros o de lo que nos gustaría tener para enfrentar una circunstancia.
Desde hace siglos los hombres de Dios pasaron por el menosprecio, se sintieron insuficientes para hacer aquello que Dios les requería, Moises dice al Señor en Éxodo 4:10 “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.” Moises se sentía insuficiente porque la misión era liberar al pueblo de Dios, puso muchas excusas para hacerlo, aún su forma de hablar le hacía sentir por debajo de lo que se necesitaba para ser un libertador, sin embargo Dios no lo miraba de la misma forma él podía percibirse.
También Gedeón tuvo esa misma sensación de sentirse insuficiente cuando Dios le llama, tienen un diálogo con él, al que en todo responde de forma negativa y le dice en el libro de Jueces 6:15 “Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.” Gedeón también se sintió insuficiente para hacer aquello que Dios le estaba encomendando hacer.
¿Cuántas veces nos sentimos así? Hoy en esta primera parte de batallar contra el gigante de no sentirme suficiente en nuestro camino hacia la meta, vamos a hablar de 3 cosas que son cómo las piernas sobre las que se sostiene este gigante:
AUTODESCALIFICACIÓN: Todos tenemos debilidades, pero también tenemos fortalezas, no podemos ser diestros para todo, una gran orquesta no toca con una sola persona todos los instrumentos, cada uno desarrolla una función para hacer una sinfonía perfecta, igual es la vida. Muchas veces nos sentimos incapaces o insuficientes porque no tenemos ciertas habilidades, destrezas, características físicas, edad, situación económica, etc. Tristemente tenemos siempre una autoimagen negativa de nosotros mismos, somos muy duros con nuestra forma de vernos y directamente nos descalificamos, pero DIos no quiere que nos veamos así porque Él no nos mira así, no podemos saberlo todo, tenerlo todo, ser perfectos físicamente o intelectualmente, no podemos ser siempre jóvenes y siempre ágiles, no podemos alcanzar las metas que todos alcanzan, pero si dice la palabra en Filipenses 4:13 que “TODO lo podemos en Cristo que nos fortalece”, todo lo inalcanzable en Cristo puede conseguirse si está dentro de sus planes y propósitos, no puedo descalificarme y autocensurarme yo mismo, cuento con el amor, el cuidado, la protección y el valor que Dios me ha dado, eso me hace suficiente y si algo no lo tengo es porque Dios no lo quiere así, pero nunca porque Él me mire con el menosprecio que yo mismo me veo.
VIVIR EN EL PASADO: Vivir en el pasado es otra forma de sentirnos insuficientes o menospreciados, por experiencias pasadas con el rechazo y la comparación con otras personas, nos llevan a sentir que cada vez somos menos suficientes para hacer algo. Es triste pero muchas veces hacemos más caso a cosas malas que a las cosas buenas, las malas experiencias pasadas marcan más nuestra vida que las cosas en las que hemos sido bendecidos y como recordamos más lo malo que lo bueno, nos sentimos con esa sensación de insuficiencia todo el tiempo, encima nos comparamos con otros y ya eso nos descalifica totalmente. Debemos recordar lo que dice la palabra en Isaías 43:18-19 “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Confiamos en el Dios de los nuevos comienzos y en el Dios de “otra vez”, vivir en el pasado hace que nos sintamos insuficientes, pero debemos pensar en lo nuevo que viene por delante, debemos pensar en que Dios otra vez abrirá caminos en el desierto y ríos en la soledad, Dios lo hará porque sencillamente Él es Dios y en Él debe estar nuestra confianza no en lo suficientes o insuficientes que podemos sentirnos a causa de experiencias pasadas.
FALTA DE GRATITUD: La falta de gratitud es otro factor muy importante que influye para que nos sintamos insuficientes, ¿por qué? Porque cuando no damos valor a todas las cosas que forman parte de nosotros desde nuestro aspecto físico, nuestra mente, nuestras habilidades, nuestras destrezas, nuestro corazón, nuestros dones y todo lo que Dios ha puesto en nosotros, vamos sentirnos siempre desvalorizados e insuficientes para todo lo que nos toca enfrentar. La gratitud genera milagros, porque le damos valor a todo, muchas veces no nos gustan nuestros zapatos, pero la gratitud me llevará a pensar que tengo pies, cuando otros no pueden andar o están en una silla de ruedas. La gratitud me llevará a dar gracias aún por las situaciones conflictivas con algún familiar o con las personas, porque me hará pensar que no estoy solo, soy parte de una familia y aún la soledad, el filtro de la gratitud hará que pueda disfrutar el estar solo para orar, sentir más cerca la presencia y la compañía del Señor y no permitirá que sienta que no soy suficiente y por eso estoy en soledad.
Hoy se celebra en Estados Unidos, Canadá y varios países el Día de Acción de Gracias y yo siempre lo recuerdo porque es un día especial para agradecer todo y tanto de lo que Dios nos ha dado.
No malgastemos el tiempo pensando que no somos suficientes, que no hemos sido suficientes para lograr conseguir o retener algo, demos gracias al Señor porque Él nos ha hecho, no nos descalifiquemos, ni desvaloricemos, no vivamos en el pasado recordando una y otra vez cómo nos ha hecho sentir, vivamos hoy seamos agradecidos, luchemos contra ese gigante interno de sentirnos insuficientes porque en Cristo estamos completos y prosigamos en nuestro camino hacia la meta.