Buscando libertad
Escrito por Daniel Valuja el 20 de junio de 2024
Los cantos ancestrales de los mascogos, como «I’m packin’ on», son un importante tesoro cultural en el norte de México. Estas melodías, entonadas sin instrumentos y acompañadas solo por palmas, evocan los momentos significativos y los orígenes de los mascogos en las plantaciones esclavistas del sur de EE.UU. Laura Herrera, una descendiente y activista, explica que estos cantos no solo eran parte de los funerales, sino que también recordaban a los seres queridos que dejaron atrás.
Buscando libertad, los mascogos migraron al suroeste de EE.UU. y cruzaron la frontera hacia México, estableciéndose en El Nacimiento de los Negros en Coahuila. Este pequeño asentamiento de unas 60 familias celebra anualmente Juneteenth, conmemorando el fin de la esclavitud en EE.UU. Aunque han progresado, la comunidad ha enfrentado la precariedad y el lento olvido de su cultura y tradiciones.
Originalmente esclavos que encontraron refugio en Florida y luego fueron forzados a migrar hacia el oeste de EE.UU., los negros seminoles y kikapúes finalmente llegaron a México, cruzando Texas en busca de libertad. En México, se establecieron en territorios asignados por el gobierno a cambio de defender la frontera contra los indios comanches y lipanes. Los kikapúes prosperaron rápidamente, mientras que los mascogos lucharon por salir adelante.
A lo largo de las décadas, muchos mascogos regresaron a EE.UU. o murieron debido a enfermedades como la viruela, mientras que otros continuaron en México, criando ganado y cultivando la tierra. Laura Herrera cuenta cómo su abuela rechazó regresar a EE.UU. por los beneficios económicos, prefiriendo mantenerse lejos de los lugares donde fueron maltratados.
Las tradiciones y comidas ancestrales, como el tetapún y el soske, aún se preservan en festividades importantes, pero la integración y el tiempo han llevado a un paulatino desvanecimiento de la cultura mascoga. La lengua original casi ha desaparecido, y aunque algunos cantos se recuerdan, el español predomina.
Laura Herrera, junto con la antropóloga Karla Rivera, trabaja para rescatar y preservar las tradiciones mascogas. Iniciativas locales enseñan a los niños sobre su identidad, y los conocimientos de herbolaria están siendo documentados. A pesar de los desafíos, la comunidad se esfuerza por mantener viva su rica herencia cultural.