Comenzando un noviazgo
Escrito por webmaster el 30 de septiembre de 2021
Uno de los temas que al parecer es de los más importantes en nosotros los jóvenes es el tema de pareja o del noviazgo, y existen muchas preguntas de ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién? ¿Por qué? y ¿Para que esperar o no? sobre todo, si nos puede perjudicar o beneficiar el hecho de tomar la decisión al hacerlo.
En la cronología de la Biblia hay muchas historias acerca del tema del cortejo, de la pareja y de cómo y cuándo fueron los momentos adecuados para iniciar y cómo llevar una relación de pareja. En estos pasajes vemos, además, cómo el noviazgo se convirtió en bendición para el mismo contexto, tiempo, espacio y gente de alrededor de ésta o estas parejas. Por nombrar algunas, podemos ver la vida de Isaac y Rebeca, Jacob y Raquel, Esther con el Rey Asuero.
Vemos que cada una estas relaciones tuvo un peso e impacto en la vida e historia de aquellas personas que nos enseña hasta estos días, por ejemplo:
Isaac tuvo que continuar el trabajo, por así decirlo, de su padre Abraham que fue poseer y administrar la tierra que Dios les dio, afirmar el reinado del pueblo de Israel para que el propósito de Dios y de su promesa continuara. De igual manera, Jacob cuando vio a Raquel por primera vez, en sus sentidos la vio hermosa y dijo: “De aquí soy”, pero el propósito de Dios fue dar seguimiento a la misma promesa que había dado a Abraham para convertirlo en lo que hoy es el pueblo de Israel, en Su Pueblo, y que en la fe somos todos los cristianos.
Esther una mujer hermosa y elegante gustó físicamente al rey Asuero, quien solicitó desposarla y pareciera que el rey cumplió su gusto al tomar a una hija de Dios, pero el hecho es que gracias a que Esther estuvo en una posición de eminencia al ser la reina de esa época, su pueblo y familia fue salvada. Entonces vemos que el propósito de Dios se cumplió al unir al rey Asuero y a Esther.
¿Qué podemos ver de estas tres historias parafraseadas muy brevemente?
Que muchos de nosotros tenemos gustos físicos, que tenemos ilusiones acerca de estar con alguien, o de simplemente tener un novio o novia, pero, ¿saben qué? va mucho más allá de esto. Por supuesto hay un propósito para cada uno de nosotros y nuestras parejas, pero muchas veces no lo alcanzamos a visualizar porque nuestra vista se queda corta con lo que vemos en un primer plano y esto no nos permite ver todo lo grande que Dios tiene para cada uno de nosotros.