Comprometido en sobreedificar en mi vida (1ª parte)
Escrito por Sully de Barra el 23 de febrero de 2023
Estamos en un camino hacia la meta y en este camino en nuestra vida cristiana debemos asumir compromisos para llegar a hacer lo que Dios quiere que seamos, nos comprometemos delante del Señor para hacer varias cosas que se van haciendo parte de nuestra vida como es la oración, la lectura de la palabra, el ayuno, la comunión con los hermanos.
Atendemos al llamado que Dios nos ha hecho y comenzar a hacer lo bueno en nuestra manera de pensar, hablar y hacer, pero tenemos que seguir dando pasos firmes y otro paso importante en el que debemos comprometernos es en SOBREEDIFICAR en nuestra vida.
En el libro de 1 Corintios 3:10-15 habla de la sobreedificación, porque Dios ha puesto un fundamento en nuestro vida, cuando venimos al Señor se pone, por así decirlo “la base”, esa base es fuerte, es una roca que es Cristo Jesús, pero partiendo de allí, es responsabilidad nuestra la sobreedificación, pero no solo se debe sobreedificar, tenemos que estar muy vigilantes que lo que construimos sobre ese fundamento también sea algo valioso, porque tarde o temprano el fuego de la prueba vendrá, para probar si lo que estamos construyendo es firme y permanece o con el fuego de la adversidad y de las pruebas desaparece y no permanece.
En 1 Corintios 3:12 dice “Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”
Y hoy quiero que reflexionemos primero que es sobreedificar y que revisemos en nuestra vida diaria qué materiales estamos usando para la edificación de nuestra vida, ¿son materiales fuertes, firmes y de gran valor o son materiales fáciles de conseguir y tener, pero que no tienen valor y con el fuego arderán fácilmente?
Entonces, ¿ qué es sobreedificar? Sobreedificar viene de construir, cimentar o edificar sobre otra edificación, es construir algo más grande sobre algo que ya está puesto, así es que el fundamento de esa edificación la ha puesto El Señor en nosotros hay una base, no estamos comenzando de cero, pero aún asi es parte de nuestro trabajo el hacer una preciosa o una obra sin solidez y que al final será destruida.
Por ejemplo cuando nacemos venimos con todo el potencial en nuestro interior que poco a poco se irá desarrollando, con el paso del tiempo vamos aprendiendo a hacer todas las cosas, pero depende de cómo son los cuidado que recibimos y tenemos, para que podamos desarrollarnos de una o de otra manera, un bebé nace igual que otro, pero cómo un niño llega a ser un hombre de bien y otro un delincuente, cuando los dos tenían básicamente bases parecidas? Pues la sobreedificación en cuidados, amor de los padres, la enseñanza del Señor en sus vidas, trabajar la fe desde que son pequeños, enseñarles el camino del bien lo que es bueno y no que no es, en muchos casos hay niños que tienen este tipo de cuidados y al final toman decisiones equivocadas y sus caminos son completamente diferentes.
En la vida cristiana es algo así, Dios pone el fundamento en todos los que le reconocemos como nuestro Señor y Salvador, pero a partir de allí es nuestra responsabilidad, buscar al Señor para que nos guíe a través del Espíritu Santo para saber lo que sí y lo que no debemos hacer, vamos sobreedificando y por eso es importante entender que no todo va a ser una buena edificación.
En este pasaje de 1 Corintios habla de 6 cosas con las que podemos sobreedificar y hoy hablaremos de ellas brevemente, para entender y comenzar a reflexionar si estamos usando los materiales adecuados. Estas son oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca.
El oro, la plata y las piedras preciosas son metales que pueden resistir altas temperaturas, pero también son difíciles de conseguir, no podemos ir de paseo al campo y encontrar piezas o trozos de oro, plata o piedras preciosas, para poder conseguirlas necesitamos trabajo, esfuerzo y dedicación completa para poder tenerlos porque son un bien preciado.
De la misma forma que pasa en lo natural en lo espiritual necesitamos edificar nuestra vida con oro, plata y piedras preciosas, que son el resultado de una vida esforzada, trabajada, desacomodada y fiel a Dios sobre todas las cosas, alejados del pecado, apartados para Dios y con la fe ciega e inconmovible puesta en Él.
Por el contrario la madera, el heno y la hojarasca son tan fáciles de encontrar, no requieren mayor esfuerzo, sencillamente están allí a nuestro alcance, no tienen ningún valor y en algunos casos llegan a ser hasta un estorbo, porque solo ocupan espacio y no tienen ningún beneficio para nuestra vida diaria.
Cuando edificamos sobre madera, heno y hojarasca, estamos edificando nuestra vida en cosas vanas e ilusorias, cosas que no merecen la pena, que no requieren esfuerzo, vidas llenas de comodidad, tibieza espiritual y quizás hasta pecados ocultos que serán rápidamente devorados por el fuego de la prueba que un día puede venir a nuestra vida.
El fuego de la prueba es inevitable que llegue a nuestras vidas, porque la palabra de Dios nos habla de esas pruebas fuertes en las que el horno de nuestra vida se calienta y no solamente a temperaturas bajas, hay momentos o tiempos en la vida que el fuego parece que está más alto que nunca, el tiempo se hace interminable y vemos como arde ese calor abrazador de la prueba, que hace salir lo mejor o lo peor que hay en nosotros, por esa razón es tan importante que sepamos con qué estamos sobreedificando nuestra vida para que permanezcamos y no seamos destruidos a causa del fuego de la prueba que Dios permite que vivamos.
Así que seamos sabios, no busquemos las cosas fáciles, hagamos un compromiso de sobreedificación propia que valga la pena, que en nuestro camino hacia la meta no corramos tan rápido, sino que demos pasos seguros y siempre avanzando, sobreedificando nuestra vida con oro, plata y piedras preciosas y nunca con madera, heno y hojarasca que con la misma facilidad que vienen se van.
Hagamos el compromiso de sobreedificar en nuestra vida y prosigamos hacia la meta.
Continuar leyendo

