Comprometido en sobreedificar sabiamente en nuestra mi vida (3ª parte)
Escrito por Sully de Barra el 16 de marzo de 2023
Durante estas semanas hemos estado compartiendo acerca de comprometernos delante del Señor y con nosotros mismos en la sobreedificación de nuestra vida, el fundamento lo ha puesto El Señor y cada uno de nosotros debe sobreedificar en su propia vida y para que se pueda hacerse una edificación, es necesario contar con los materiales, no solo necesarios, sino que sean óptimos para que permanezcan.
La palabra habla de 6 tipos de materiales con los que podemos sobreedificar, tres de ellos son de alta calidad y durabilidad, pero sobre todo resistentes ante el fuego de la prueba, no solamente son permanentes, sino que también mejoran su condición al ser probados.
La prueba es una etapa o varias etapas por las que todos vamos a cruzar, algunas pruebas son temporales, otras son cortas, otras vienen una detrás de otra, pero tenemos que estar seguros que cada prueba que vivimos es Dios quien la permite y quien la aprueba, porque no es un proceso para nuestra destrucción, sino es un proceso por el que pasamos para mejorar nuestra vida, nuestro aprendizaje, ser más sabios, más prudentes, más entendidos, crecer y para que poco a poco podamos ir alcanzando la estatura del varón perfecto.
Así que los primeros materiales que menciona la palabra son el oro, la plata y las piedras preciosas, materiales valiosos para sobreedificar y también materiales que mejoran con el fuego, no son fáciles de conseguir, no son fáciles de adquirir, pero son moldeables, de larga duración y perfectos para la edificación.
Y hoy vamos terminar este tema, reflexionando acerca de los otros tres materiales de la lista que nos da 1 Corintios 3:12 dice “Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.” En esta lista de materiales para la sobreedificación habla de materiales que permanecen y otros que no permanecen como la madera, el heno y la hojarasca. que son materiales de corta duración si son probados por el fuego:
EDIFICAR CON MADERA: La madera es un material resistente, fuerte para edificar, soporta muchas cosas, sin embargo el fuego, aunque al final la consume y destruye, tarda un poco en consumirla completamente, la madera hace arder el fuego, de allí que se puede utilizar para hornos, chimeneas y fogatas, porque se consume de forma lenta, pero el fuego no la transforma, sino la destruye. La madera es de fácil adquisición, aunque requiere esfuerzo y trabajo, cortar el árbol y utilizar el tallo para darle forma o construir.
Edificar en madera en nuestra vida, podría ser edificar sobre nuestras obras, sobre lo que hemos hecho, sobre nuestros reconocimientos, sobre lo que consideramos que es nuestro mérito. Cuando edificamos con madera estamos edificando en nuestras propias fuerzas, nuestras capacidades, dones y talentos, pero tarde o temprano el fuego de la prueba vendrá y muchas veces no recibiremos ningún reconocimiento, seremos menospreciados o infravalorados y aunque en un principio no seremos consumidos, poco a poco esas cosas nos van a ir haciendo daño, irán minando nuestra vida y finalmente tomaremos decisiones basadas, no en lo que la palabra de Dios quiere, sino en lo que nosotros pensamos que sería lo correcto, por ejemplo edificar en madera sería por ejemplo servir al Señor, pero el día que no somos valorados, que nadie nos ve servir, que todo queda solo entre El Señor y nosotros, poco a poco esa prueba consumirá nuestra edificación, porque hemos construido sobre nuestras propias obras y fuerzas, soportaremos el fuego de la prueba por un tiempo, pero finalmente, abandonaremos y correremos el peligro de apartarnos del Señor porque nadie reconoce lo que hemos hecho.
EDIFICAR CON HENO: Isaías 5:24 dice “Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja y el pasto seco se consume en las llamas, su raíz se pudrirá y, como el polvo, se disipará su flor. Porque han rechazado la ley del Señor Todopoderoso y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.” En la biblia el heno es la combinación de varias plantas que sirve para alimentar a los animales, es de fácil adquisición y se consigue en grandes cantidades, puede estar formado por alfalfa, cebada o ramas de trigo lo que conocemos como la paja.
Con este material se puede edificar, la construcción se hará de forma rápida y puede resultar acogedora y firme, pero hay muchos inconvenientes al usarla, ya que el agua se filtra fácilmente, se deteriora con el tiempo y sobre todo es un elemento de combustión, donde el fuego arde con facilidad, el heno es esa construcción que se hace teniendo una vida de tibieza espiritual, donde no hay integridad, hay doblez de ánimo, cuando edificamos en El Señor, pero aún no renunciamos a muchas cosas que el mundo nos ofrece, cuando vivimos con un pie en El Señor y un pie en otras cosas que no le agradan, esa edificación se verá en apariencia firme y bien, pero cuando viene el fuego de la prueba no durará mucho tiempo en consumirse, porque no hay firmeza, la tibieza hace de nuestras vidas un material fácil para que el enemigo gane ventaja y la obra de Dios no logre perfeccionarse en nosotros. Sobreedificar con heno al llegar el fuego de la prueba no permanecerá sino que será consumido rápidamente.
EDIFICAR CON HOJARASCA: Éxodo 15:7 dice “Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.” La edificación con hojarasca, no se puede siquiera considerar, porque no se puede dar forma a un montón de hojas secas, solo ocupan espacio, pero no se pueden aprovechar para nada, el fuego lo consume en segundos, las hojas secas son hojas muertas caídas de los árboles, este material es edificar con una vida en pecado, pecados ocultos o pecados que se consienten deliberadamente, conocemos al Señor, pero no nos detenemos para hacer algo que a Él no le agrada.
Mentimos con facilidad, engañamos, hablamos sin pensar, hacemos vida normal lejos de la santidad, aunque conocemos la palabra de Dios no somos redargüidos por ella, no nos apartamos del pecado, sino que lo hacemos parte de nuestra vida, la sobreedificación con hojarasca no tendrá ningún provecho, porque no nos negamos a nosotros mismos en nada, evitamos andar por el camino angosto y pasar por la puerta estrecha, el fuego de la prueba vendrá como a todos, pero seremos devorados por sus llamas, porque tenemos que recordar que lo que dice en Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Claramente la sobreedificación en hojarasca es muerte espiritual.
Así que ahora que conocemos más profundamente cada material que la palabra de Dios menciona para sobreedificar en nuestra vida, pidamos al Señor que aunque nos cueste, aunque sea difícil y aunque requiera esfuerzo y sacrificio edifiquemos cada día con oro, plata y piedras preciosas, confiando en El Señor, aferrados a su palabra y buscando la sabiduría del cielo y evitemos a toda costa edificar sobre madera, heno y hojarasca que al final es consumida por el fuego, para nada se aprovecha y que finalmente traerá muerte y destrucción a nuestra vida cristiana.
Hagamos un compromiso con El Señor para sobreedificar sabiamente nuestra vida y prosigamos hacia la meta.