Con certezas de Dios

Escrito por el 21 de abril de 2022

Podemos caminar por este mundo llenos de dudas o llenos de certezas, las dudas siempre van a existir en los corazones, pero por encima de la duda, de la incredulidad, de las mentiras, de las voces que siembran falta de fe, deben estar las certezas de Dios en nuestros corazones.

Certeza según el diccionario es el conocimiento seguro y claro que se tiene de algo, una certeza es algo que conocemos de forma segura y clara, no hay inseguridad ni hay sombra.

Muchas veces nuestros corazones se pueden llenar de dudas y de incredulidad, porque nos viene una prueba muy fuerte que puede hacer tambalear nuestra fe, podemos pasar por procesos en los que no vemos la salida y quizás no han sido por causa de pecado, sino son parte del trato de Dios con nosotros, entonces si tenemos certezas en Dios, grabadas en nuestro corazón, vamos a poder enfrentar cualquier adversidad y salir victoriosos de esos momentos o tiempos difíciles que podemos vivir.

En nuestro camino hacia la meta podemos tener un alto en el camino debido a que hay cosas de las que dudamos y no estamos completamente seguros, por eso tener certezas de Dios en el corazón, nos ayudará a proseguir hacia la meta y lograr ganar la batalla de la fe a la que El Señor nos ha llamado.

Durante los años de vida que llevo siendo cristiana y por cada prueba y adversidad que me ha tocado enfrentar, yo veo 4 certezas básicas que deben existir en nuestro corazón, son como 4 pilares sobre los que nuestra vida debe reposar para mantenernos firmes en El Señor y proseguir hacia la meta, con este conocimiento seguro y claro de Dios.

Estas 4 certezas deberían estar grabadas a fuego en nuestros corazones porque serán de gran ayuda tenerlas muy presentes sobre todo en los tiempos de prueba y adversidad.

DIOS ME AMA: Romanos 8:38-39 dice “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”, como dice este versículo Dios me ama y no hay nada, absolutamente nada en este mundo y fuera de él, que pueda apartarme de ese amor.

El amor de Dios por mi no depende de lo bueno, lo santo, lo guapo, lo trabajador, no esforzado, no amable, lo buen cristiano o lo buena persona que soy, NO! Dios me ama como soy, no por lo que soy, ni por lo tengo o lo que pueda llegar a tener o ser. El me ama, su amor es tan grande que entregó su vida por mi, me ama y en ese amor debe confiar mi corazón. El problema es que en los tiempos de angustia, comenzamos a dudar de una verdad tan básica, dudamos si su amor será tan grande y tan intenso como para perdonarnos y acercarnos a él, Dios me ama es una certeza que no puede ser puesta en duda nunca, pase lo que pase y venga lo venga, debemos confiar en Dios, basados en ese amor que excede todo conocimiento y que siempre tendrá planes de bien y no de mal para mi vida.

DIOS CUIDA DE MÍ: Isaías 49:15-16 “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.” Cuando pasamos por tiempos difíciles y de pruebas, también muchas veces olvidamos que Dios cuida de nosotros y nunca se olvida de nosotros, y lo compara a una madre que no se compadece de su hijo, pero aún así ella lo hiciera, El Señor nunca se olvidará de nosotros porque estamos esculpidos en las palmas de sus manos. Las manos de Dios tienen poder, por su mano fueron hechos los cielos y la tierra, sus manos son invencibles, sin embargo dice que estamos esculpidos en sus manos, quién se puede olvidar de algo que tiene grabado en su mano, nadie!

Entonces debemos tener la certeza que Dios cuida de nosotros, cuando da y cuando quita, debo pensar Dios está cuidando de mi, debemos celebrar tanto un sí, como un no de Dios, porque es su cuidado sobre nuestra vida, cuando nos pasan cosas inesperadas, cuando nos toca enfrentar momentos desagradables, cuando no sabemos el futuro de una situación, cuando una puerta se cierra y las respuestas no vienen inmediatamente, debemos recordar DIOS CUIDA DE MI y debo descansar mi vida en ese cuidado, porque él no va a abandonar la obra de sus manos nunca!

PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE: Marcos 10:27 dice “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.” Así sencillamente debe existir esa certeza en nuestro corazón “para Dios todas las cosas son posibles”, no hay nada tan complicado, que Dios no pueda resolver, no hay nada tan difícil que Dios no pueda arreglar, no hay situación tan enredada y confusa que Dios no pueda desenredar y aclarar.

La escritura dice “Jesús mirándolos”, porque Jesús siempre no está viendo, cómo actuamos, qué decimos, cómo reaccionamos y ve nuestros corazones cuando llega la imposibilidad y vuelve a decirnos las mismas palabras “para ti es imposible, mas para mi no, porque todas las cosas son posibles para Dios”. Esa es una certeza que debe sostener nuestra vida, porque no hay nada que Dios no pueda hacer por nosotros sus hijos, nada que no pueda mover y resolver, siempre pensando en hacer lo mejor para sus amados.

HAY ESPERANZA EN DIOS: 1 Pedro 1:3 dice “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”. La prueba más grande que ha ocurrido para devolvernos la esperanza es la resurección de Jesús de entre los muertos, si eso fue posible, todo es posible y hay esperanza, una esperanza viva.

Jesús es nuestra esperanza. No es en cosas vanas o ilusorias, no es esa esperanza que dice el mundo, sin ninguna raíz válida, nuestra esperanza es una esperanza viva, Jesús mismo es nuestra esperanza, él murió como puede morir en nosotros la fe y la esperanza, pero él resucitó y con esa resurrección debemos de vivir con la certeza que HAY ESPERANZA, tenemos una esperanza viva, una esperanza que nos devuelve la fe y las ganas de vivir, porque no importa lo que estemos viviendo o pasando, siempre hay esperanza, aún para la muerte hay esperanza, ante cualquier problema hay esperanza y ante cualquier muro que se levante contra nosotros para hacernos caer, hay esperanza.

Entonces vivamos con esas 4 certezas en el corazón, certezas que no pueden olvidarse sobre todo en los tiempos de prueba angustia: Dios me ama, Dios me cuida, para Dios no hay nada imposible y hay esperanza. Con certezas claras de Dios en nuestro corazón prosigamos hacia la meta.


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