El temor de Jehová
Escrito por webmaster el 22 de noviembre de 2021
En la Biblia se nos exhorta reiteradamente que debemos temer a Dios, que tengamos temor de Él y así vivir en un temor santo. Pero ¿por qué deberíamos tener temor de Dios? ¿No es Dios amor? En 1 Juan 4:18 está escrito claramente que: «En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.»
¿Cómo podemos creer que Dios nos ama, y que al mismo tiempo debemos temerle?
El temor de Dios no es lo mismo que el miedo a un tirano o un dictador. No debemos temerle a su ira, a menos que temamos a el castigo debido a una mala conciencia y un corazón duro a causa del pecado. (Romanos 2: 5-9)
Tener temor de Dios es una absoluta reverencia y admiración por un Dios Todopoderoso, el creador de todas las cosas. A través de la Biblia recibimos algunas visiones del cielo, y vemos que las criaturas celestiales lo adoran alrededor de Su trono continuamente, gritando «¡Santo, santo, santo!» cubriendo sus rostros. Este Dios Todopoderoso me ha llamado por mi nombre para servirlo, y Él está obrando en mí para que pueda ser salvo y pueda estar con Él por la eternidad. ¡Esto debe causar en mí que el amor, gratitud y una reverencia inexpresable crezcan y aumenten en mi corazón!
Esto nos hace tener temor de pecar contra Él, porque no queremos nada más en este mundo que agradarle y honrar Su nombre. Tememos causarle tristeza o dolor, porque sabemos cuán increíblemente miserable es el pecado, cuánto lo odia Dios, y cuánto le duele cuando pecamos.
«Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? » Deuteronomio 10: 12-13.
“El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.” Proverbios 8:13.