En la soberanía de Dios

Escrito por el 21 de julio de 2022

Proseguir a la meta, es el reto que nos toca tomar cada día de nuestras vidas, desde el momento que reconocemos a Dios como nuestro Señor y Salvador, hacemos un compromiso y emprendemos el camino, ese camino hacia la meta al premio del supremo llamamiento en Cristo Jesús, un camino lleno de montañas y valles, lleno de luces y sombras, pero con una única certeza Dios está con nosotros.

Y hoy para terminar esta temporada, quisiera que en nuestro corazón se quede grabado y muy presente el principio que debe regir nuestra vida: La Soberanía de Dios.

Hay una frase tremenda acerca de la soberanía de Dios del escritor Samuel Willard que dice: “No hay sucesos aleatorios con respecto a Dios. Nada puede ocurrir fuera de su conocimiento o intención, porque es su decreto el que hace posible que todos los eventos sucedan. Las cosas que son, no serían si no las hubiera previsto.»

Todo está en manos de Dios, el camino hacia la meta y la meta, nuestras vidas y cada batalla, dificultad, alegría, tormenta o victoria que alcanzamos, todo es permitido por Él. La soberanía de Dios es un concepto muy grande, quizás nuestra mente humana y limitada no podrá nunca llegar a comprender la grandeza de nuestro Dios.

Cuando vivimos con la conciencia en nuestro corazón que Dios es soberano, vivimos en el descanso y la seguridad que todo lo que pasa a nuestro alrededor, lo que ha pasado y pasará es por Su soberana voluntad, ya que solamente Él puede mover todas las cosas y sobre Su soberanía no hay nada.

Dios es soberano, ser soberano es quien ejerce la máxima autoridad, quién tiene poder y todas las cosas se someten a Su voluntad. Solamente Dios puede ocupar ese lugar, es soberano ya que no hay nada que pueda tener superioridad sobre Él.

Hay una escritura que siempre me ha llenado tanto el corazón, sobre todo en los momentos difíciles en los que la impotencia se puede apoderar de nuestra mente, está en Eclesiastés 5:8 y dice “Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.»

Es una manera de ejemplificar la soberanía de Dios, ya que aunque haya una máxima autoridad siempre estará Dios sobre ella, aunque sucedan cosas inesperadas, Dios siempre estará sobre ellas, aunque todas las puertas se cierren, Dios tiene todas las llaves, aunque el mal quiera enseñorearse, Dios ya le ha vencido en la cruz del calvario.

Proseguir a la meta, conscientes de la soberanía de Dios nos abre el panorama a otra forma de vida, una vida menos estresada, donde no hay lugar para la amargura y la desesperanza, donde todo tiene sentido, todo encaja, todo tiene un propósito y una razón de ser.

Así que en esa soberanía podemos avanzar en el camino hacia la meta, y recordando 3 cosas básicas, que nos ayudarán a recordar que Dios es soberano:

DIOS ES SOBERANO SOBRE EL TIEMPO: Hechos 1:7 dice “Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”, los tiempos son parte de la soberanía de Dios, nadie puede volver al pasado y nadie puede ir al futuro, solo Él, que ha escrito la historia de nuestra vida, la soberanía de los tiempos de Dios, debe llenarnos de seguridad, que en sus manos están nuestros tiempos, pasado, presente y futuro, nuestro Dios soberano no ve solo está parte de nuestra vida que estamos viviendo, el ve toda la historia al completo, cada capítulo ha sido escrito por Él y todas las cosas que están escritas en Su libro se van realizar, sin que falte ninguna de ellas. Dios es soberano en el tiempo.

DIOS ES SOBERANO EN SU VOLUNTAD PERFECTA: Daniel 4:34-35 dice “y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” Esta escritura es tremenda y nos habla de la voluntad de Dios que no hay quien la detenga y le diga ¿qué haces?

La voluntad de Dios tambien es parte de su soberanía, su dominio es sempiterno, o sea que durará para siempre, entonces a esa voluntad yo debo y tengo que someter mi corazón, mis fuerzas, mis sueños, anhelos, mis necesidades, mi vida entera, porque fuera de esa voluntad no hay nada, ¿quién puede hacer o mover algo fuera de esa voluntad? Nadie, entonces allí debe descansar nuestra fe y la seguridad completa de nuestra vida en este camino hacia la meta. La voluntad de Dios es soberana.

DIOS ES SOBERANO EN SUS PROMESAS: Pensar en la soberanía de Dios, debe llenarnos el corazón de esperanza porque Dios es soberano en sus promesas, Josué 21:45 dice “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.” hay otra versión que dice “Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad.” Dios es soberano en sus promesas, si Él lo ha prometido lo va a cumplir, sobre la soberanía de Dios no hay nada y sobre esas promesas que ha dado a nuestra vida, tampoco hay nada.

Nuestro Dios soberano, no lo olvidemos, debemos tenerlo presente sobre todo en tiempos de aflicción, cuando más vulnerables, impotentes, incapaces y desprotegidos nos sintamos, nos hay prueba, adversidad, tentación, decisión, persona, autoridad, injusticia, palabra o actitud que pueda estar por encima de la soberanía de nuestro Dios, quien siempre está por nosotros, nos ama, nos socorre y ha prometido que nadie nos arrebatará de Su mano!

Así que sigamos avanzando, el camino algunas veces se vuelve difícil y duro de afrontar y otras veces vamos mejor y con más fuerzas, pero siempre hacia adelante, sin que nada nos haga retroceder o apartarnos del camino, así que plenamente conscientes de la soberanía de Dios prosigamos hacia la meta!


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