En un mundo de maldad prosigo a la meta
Escrito por Sully de Barra el 5 de octubre de 2023
En nuestro camino hacia la meta nos cruzaremos con la maldad, no solamente esa maldad que vemos en las noticias, que nos puede llenar el corazón de inseguridad, sino también podemos cruzarnos con la maldad que hay en el corazón de nuestros amigos, familia, personas que amamos, porque en nosotros también hay esa inclinación a no hacer lo bueno como dice Romanos 7:18-20:
“Yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.”
El otro día escuché una frase impactante que decía «Mientras en este universo haya otra voluntad con la libertad de no seguir a Dios, el mal podrá hallar un lugar.» W. Young Y es que en vida siempre va a existir la maldad, y como cristianos no estamos exentos de tener relación o cruzarnos en el camino con personas que tienen maldad en su corazón. Podemos pensar que estamos rodeados de gente buena y nosotros sentirnos buenos, pero la escritura dice en el libro de Marcos 10:18 » Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.»
Según el diccionario bíblico la maldad es «un estado mental de desprecio hacia la justicia, la rectitud, la verdad y el honor, empieza con la disposición nuestra mente y luego se exterioriza en nuestros actos.» A lo largo de la escritura vamos a encontrar muchas palabras que hablan de los hombres malos, de los engañadores, de los que tienen maldad en su corazón, habla de los hombres impíos, injuriosos, insensatos, hombres que siembran división, hombres que hacen el mal.
Lo importante es que podamos tomar decisiones y qué vamos a hacer cuando nos pasen cosas desagradables, muchas personas han abandonado la fe, al ver los actos de otros hacia ellos mismos o hacia otras personas, cuando estamos bien es fácil pensar en amar a nuestro prójimo, pero cuando esa persona realiza un acto de maldad contra nosotros, tenemos que estar alertas y pensar si eso me va detener en el camino y va a cambiar posiblemente hasta el rumbo de mi vida, o voy a proseguir hacia la meta, qué voy a hacer en una situación en la que me choque de frente con la maldad de los hombres?
A la luz de la palabra podemos ver que hay formas en las que podemos enfrentar este tipo de situaciones y salir victoriosos, sin que nos aparten del camino y sobre todo con un corazón sano, libre de rencor y lleno del amor de Dios.
PERSISTIR EN LO QUE HEMOS APRENDIDO: 2 Timoteo 3:13-14 dice “»mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido». En momentos de nuestra vida vamos a padecer quizás persecución, nuestros ojos van a ver injusticias, dolor o sufrimiento causado por la maldad de los hombres, pero que debemos hacer?
¡Debemos persistir en lo que hemos aprendido! Persistir es mantenerse, es lo contrario a desistir, es estar firme y quieto, sin tambalearse, sin moverse y sin abandonar, mantenernos en lo que hemos aprendido, firmes en lo que el Señor nos ha enseñado, haciendo siempre lo correcto, haciendo su voluntad, buscando ser cada día más como Jesús, caminando en Su amor, en eso debemos persistir y quitar nuestros ojos de lo malo que otros puedan hacer.
Las cosas malas, las malas acciones, las malas intenciones, las malas actitudes, los hombres con maldad siempre van a existir, hombres van engañando y siendo engañados, ellos irán de mal en peor, pero nosotros debemos PERSISTIR EN LO QUE HEMOS APRENDIDO. ¿Qué hemos aprendido? nos lleva a las segunda cosa que debemos hacer ante la maldad.
AMAR, BENDECIR, HACER EL BIEN Y ORAR: Mateo 5:43-45 dice “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Al leer esta escritura, nuestro corazón se llena de ánimo y compasión, pero cuando la leemos en tiempos en los que hemos sido agredidos por un acto de maldad, ya se hace difícil ponerlo en práctica, pero la palabra dice que debemos persistir en lo que hemos aprendido.
Qué debemos hacer ante la maldad de los hombres, como primera cosa el amor, que cubre multitud de faltas, el amor es una decisión, no un estado de ánimo o una emoción, yo decido con mi voluntad, amar en vez de odiar esa persona que me ha hecho daño.
Segundo bendecir, hablar bien, pensar bien de la otra persona, vamos a dar el beneficio de la duda, pensar que tendrá un motivo para hacer las cosas o también que esa persona también libra una batalla interior que le lleva a hacer cosas que inesperadamente recibimos en contra de nosotros.
Tercero hacer el bien, si en nuestra mano está hacer el bien cuando nos ha hecho mal, Dios nos está dando la oportunidad de poner por obra Su palabra y de hacer lo correcto en un mundo en el que se hace lo contrario. No es fácil hacer el bien a quien te ha hecho mal, pero si persistimos en lo que hemos aprendido, pediremos a Dios su gracia para poder hacer y lograrlo.
Como cuarta cosa debemos orar, que realmente sería el principio de todas las cosas, a veces oramos solo cuando nos suceden cosas, para que el Señor nos defienda, pero debemos orar en todo tiempo, orar por esa situaciones adversas que debemos enfrentar con las personas que nos han hecho daño, orar por soluciones, orar por dirección, orar porque Dios ponga su mano en esos enredos y obstáculos que el enemigo ha querido levantar y al orar podremos ver la mano de Dios obrando en nuestro favor y haciendo nuevas todas las cosas.
Todos podemos encontrarnos de frente con la maldad, pero esto no debe ser un impedimento para seguir adelante, persistiremos en lo que hemos aprendido, amando, bendiciendo, haciendo el bien y sobre orando porque la intervención poderosa del Señor tome el control de todo lo que nos sucede y veamos su gloria aun en medio de la maldad en este camino hacia la meta.