Enfoco mi mirada

Escrito por el 17 de febrero de 2022

Durante varios días he visto en distintos lugares la palabra “enforcarnos, enfocarse, enfoque” y me preguntaba qué es enfocarse? Y es que enfocarse es estar concentrado en un punto, sin quitar la vista, sin dejarse llevar por distractores o quitar los ojos del centro y fijarlos hacia los lados.

Entonces, creo que es muy importante para proseguir hacia la meta, cada cierto tiempo, verificar si estamos enfocados en lo correcto, si tenemos la vista centrada en lo que Dios quiere que la tengamos y que no quitemos los ojos de lo que es lo más importante y lo que nos llevará a la meta final.

Hay estudios científicos, que un alto porcentaje de personas durante el día pierden el enfoque de lo que tienen que hacer, se concentran al inicio, pero luego van haciendo muchas cosas que van surgiendo en el camino y finalmente, terminan el día sin hacer lo que debían hacer, a esto se le puede llamar desenfocarse del objetivo y distraer la mirada a otros puntos que no son los más importantes.

Creo que a todos nos ha pasado alguna vez, pero Dios quiere que vivamos una vida enfocada y centrada, porque eso nos va a ayudar a caminar de forma segura, a no perder la perspectiva de la vida y también permitirá que nos centremos en lo que realmente importa y no perdamos el tiempo en cosas que al final no tienen ningún sentido.

La palabra de Dios dice en Isaías 30:21 “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.” Porque cuando vamos en un camino podemos perder el enfoque de las cosas y torcer a la derecha o a la izquierda y la vida en El Señor es un solo camino, no hay atajos, no hay desvíos que muestren otro camino diferente al que Jesús nos ha enseñado, por eso dice en Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”, entonces ¿Dónde tiene que estar nuestro enfoque? ¿Dónde deben estar nuestros ojos? Debemos estar enfocados en Jesús, siempre en Él, en nada y en nadie más.

Para tener una vida que no se desenfoca debemos preguntarnos, ¿dónde tengo puesta mi mirada? Tengo mi ojos puestos en lo que los demás dicen de mi? Pongo mis ojos en mi situación quizás adversa o en un futuro incierto? Tengo los ojos puestos sólo en el trabajo y en lo que hago? Veo solo al pasado, quiero ver solo al futuro? No veo otra cosa más que mi presente?

Cuando pensamos en esto estamos cómo enfocando el lente de nuestra cámara, todos hemos hecho fotografías y queremos que sean perfectas, entonces fijamos el lente de la cámara en un punto y no nos movemos de allí, acercamos o alejamos, según sea el caso, pero el tener el lente bien enfocado, nos va a dar una calidad de visualización de la imagen. Igual pasa en la vida si nos desenfocamos podremos ver todo mal o a medias, pero si enfocamos nuestros ojos en Jesús, cambiará toda nuestra perspectiva de la vida.

Hoy quiero compartirte 3 escrituras para entender mejor por qué debemos enfocarnos y en lo que debemos enfocarnos cada día de nuestra vida.

SU MIRADA SI ESTÁ ENFOCADA EN NOSOTROS: El Salmo 32:8 dice “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos.” Esta escritura es preciosa y nos hace saber que la mirada de Jesús sí que está enfocada en nosotros, dice sobre ti fijaré mis ojos, sus ojos no se distraen, Dios es suficientemente capaz de velar por cada uno de sus hijos, sin apartar su mirada, sin distraerse, sin entretenerse en otras cosas, su mirada está enfocada en ti y en mi, eso es suficiente motivo para que nosotros también enfoquemos nuestra mirada sólo hacia Él.

ENFORCARNOS PARA QUE NUESTRO ÁNIMO NO SE CANSE: Hebreos 12:3 “Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”

Cuando consideramos o enfocamos nuestros ojos en Jesús, veremos su caminar y nos daremos cuenta, que nada le hizo detenerse en la meta que tenía, el tuvo muchos distractores, tentaciones, sufrimientos, rechazos, oposiciones y soportó en su propia carne todo el dolor y sufrimiento, pero nunca se cansó su ánimo.

¿Qué hubiera sido de nosotros si Jesús hubiera perdido el enfoque de su plan de salvación para nuestras vidas? Por eso cuando centramos nuestro enfoque en Jesús, veremos que todas las cosas que vivimos y sufrimos, producen en nosotros un cada vez más excelente peso de gloria y un día pasarán y dejarán de ser.

ENFOCARNOS EN SU PALABRA NOS DA LUZ EN EL CAMINO: El Salmo 19:8 dice “Los preceptos del Señor son rectos: alegran el corazón. El mandamiento del Señor es puro: da luz a los ojos.” Debemos enfocar nuestra mirada en Jesús y ajustar nuestro lente con Su palabra porque dice que sus mandamientos nos dan luz nuestros ojos, cuando el camino se pone oscuro, cuando no se vislumbra nada en el camino, todo es nublado o las situaciones se vuelven inciertas, solo su palabra nos puede devolver el enfoque y alumbrará nuestros ojos para ver lo correcto, es como esa brújula que no dejará que perdamos el norte de nuestra vida.

Necesitamos revisar nuestro enfoque, donde están puestos nuestros ojos, recordemos que la mirada de Jesús si está enfocada en nosotros, debemos verlo a Él para no perder nuestro ánimo y que se canse hasta desmayar y debemos ajustar nuestra vista en la palabra de Dios que nos devolverá la perspectiva y la visión correcta de nuestra vida. Enfoquemos hoy nuestra mirada y prosigamos hacia la meta.


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