La sabiduría revela el gran misterio de la vida: que vivir para mí y en mis propios intereses no satisface, mientras que vivir totalmente para Dios y en obediencia a su palabra trae gozo y paz y vida en abundancia.
Posiblemente en la vida de algunos de nosotros las cosas aparentemente no están saliendo bien, hay dolor, hay sufrimiento, hay escasez, hay soledad, etc, parecería que todas las cosas están mal...
«...No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe…» (Gálatas 6:9-10)
Cumplamos nuestro deber, buscando seguir las luminosas huellas de nuestro Maestro. ¡Importante, es estar siempre con Él, y consecuentemente con nuestro Padre!