Las andanzas de la niña

Escrito por el 28 de febrero de 2022

De la sequía más intensa en 1.200 años en el suroeste de los Estados Unidos a las peores inundaciones en Australia en medio siglo. Todo está relacionado. Incluso el bloqueo anticiclónico que ha frenado las lluvias este invierno en la península ibérica. Igual que las ondas que genera una piedra lanzada a un estanque, el fenómeno de La Niña que se genera en el Pacífico está modificando la dinámica atmosférica de medio mundo y, con ella, la meteorología. Aunque el episodio podría terminar pronto.

Todo comienza en la zona ecuatorial del océano Pacífico, cuando la superficie de las partes central y oriental se enfrían. Apenas medio grado menos de lo normal es suficiente. Pero la energía que genera esta masa de agua inmensa al intentar compensar la diferencia de temperatura con la atmósfera acaba alterando la presión atmosférica y cambiando los patrones climáticos en todo el mundo.

Impulsa huracanes, acumula humedad y lluvias en determinadas zonas y las desvía de otras, según la estación. Este año, en la cuenca del Pacífico «se están cumpliendo perfectamente las condiciones de La Niña», explica Francisco Martín, meteorólogo de Meteored. «Las temperaturas de Japón son más frías y hay nevadas. Llueve mucho en Indonesia y norte de Australia. Repercute también en zonas tropicales, en Mozambique, Madasgarcar, o en zonas de Brasil, como las impresionantes tormentas que ha habido en el interior», continúa.

En Australia, de hecho, las lluvias del pasado marzo desplazaron a 18.000 personas y se llegaron a registrar hasta 900 litros por metro cuadrado en solo seis días. Es una cantidad de agua similar a la que cae en todo un año en Orense.

El episodio, aunque forma parte de la variabilidad climática natural, está en marcha desde 2020. Las predicciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) dicen que las anomalías de temperatura en la superficie del mar llegaron a su pico entre el pasado diciembre y enero, con cerca de -1,1 °C. A partir de ahora, la diferencia se irá debilitando progresivamente.

Sequía extrema

Esta previsión supone un rayo de esperanza para los habitantes del Cono Sur, aunque existen pocas probabilidades de que se recuperen antes del verano. En Brasil, Argentina y Paraguay, grandes productores de soja y trigo, la sequía impulsada por La Niña está causando estragos en los cultivos y en la economía. La agencia brasileña AgRural estima que las pérdidas en la producción de soja llegará a los 20 millones de toneladas este 2022 en los tres países. En Argentina, la previsión sobre la cosecha de maíz ya ha pasado de 56 millones a 48 millones de toneladas.

Una situación con la que pueden empatizar los agricultores españoles, que han visto cómo el año hidrológico está siendo el segundo más seco del siglo. Un potente anticiclón está bloqueando la entrada de lluvias a la península y, aunque en meteorología nunca hay un único culpable, «un porcentaje importante (del actual bloqueo) sí se puede vincular a La Niña», asegura Belén Rodríguez de Fonseca, profesora titular del departamento de Geofísica y Meteorología de la Universidad Complutense de Madrid y una de las responsables del grupo de investigación de Variabilidad del Atlántico Tropical de la universidad.

Cuanto más lejos del Pacífico, la señal de La Niña se debilita, pero en invierno la relación entre este fenómeno y la situación de bloqueo de las lluvias en España están ya relacionadas, explica Rodríguez. «Esas ondas atmosféricas [que genera La Niña], dependiendo de la época del año, producen patrones muy conocidos de circulación. En nuestro caso, se sabe que La Niña en invierno genera más presión sobre nuestra península y bajas más acusadas sobre el norte de Europa», cuenta. Ese pratrón es una NAO (Oscilación del Atlántico Norte) positiva, que fortalece el anticiclón de las Azores frente a la península y, a cambio, el norte de Europa pierde presión, lo que favorece las borrascas, como la reciente Eunice, que dejó una decena de muertos y miles de hogares sin electricidad en Francia, Reino Unido y Países Bajos.

Sin embargo, según matiza Francisco Martín, que se registre un episodio de La Niña no implica automáticamente sequía en España. «¿Puede haber relación en algunos momentos? Sí, pero su señal es muy débil y no hay relación directa», asegura. «Cuando se buscan los efectos en España, Inglaterra o los polos, la señal se atenúa porque existen otros fenómenos meteorológicos más importantes», dice. En su opinión, la influencia del Mediterráneo o del chorro polar, un río de aire muy intenso que circula en la parte alta de la atmósfera, tienen mucho que decir en el tiempo en España. «Hasta que no haya estudios científicos, no me atrevería a decir que la sequía actual se debe a La Niña», puntualiza.

Estadística a favor

Sergio Vicente Serrano, investigador del CSIC en el Instituto Pirenaico de Ecología, estudió el impacto de La Niña en el clima de España. «Desde el punto de vista estadístico, sí se ve que los inviernos son secos de media cuando hay un episodio», expone. Aunque no siempre es así, reconoce. «Parece que se cumple este año, pero otros no se ha cumplido». Tampoco cree que esté consolidada científicamente cuál es la ‘ruta’ física por la que el fenómeno llega a nuestras latitudes, ya que existen distintas teorías.

Rodríguez de Fonseca reconoce que hay incógnitas aún por resolver en cuanto a la influencia de este fenómeno en Europa, pero las circunscribe a su efecto fuera del invierno. «Ahí no está tan claro», cuenta.

En cualquier caso, las lluvias de los últimos días todavía no serán suficientes para paliar la escasez de lluvias de este invierno, aunque hay algunas señales de que el bloqueo anticiclónico actual se podría empezar a debilitar a partir de la semana que viene.

– Página web: https://www.abc.es/sociedad/abci-nina-golpea-medio-mundo-y-alimenta-sequia-espana-202202280024_noticia.html


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