No le pidas peras al olmo
Escrito por Mª Carmen Jiménez el 13 de junio de 2023
La Real Academia Española da como definición «No le pidas peras al olmo», de pedir, entre otras: “querer, desear o apetecer”; “rogar o demandar a alguien que dé o haga algo, de gracia o de justicia”; “requerir algo, exigirlo como necesario o conveniente”.
Como definición de pera señala: “fruto del peral”. Y con respecto a olmo, explicita: “árbol de la familia de las Ulmáceas, que crece hasta la altura de 20 m, con tronco robusto y derecho, de corteza gruesa y resquebrajada, copa ancha y espesa, hojas elípticas o trasovadas, aserradas por el margen, ásperas y lampiñas por el haz, lisas y vellosas por el envés y verdes por ambas caras, flores precoces, de color blanco rojizo, en hacecillos sobre las ramas, y frutos secos, con una semilla oval, aplastada, de ala membranosa en todo su contorno, verde al principio y amarillenta después, de rápido desarrollo. Abunda en España, es buen árbol de sombra y de excelente madera.”
En cuanto a la locución que la especifica como coloquial, la define como: “esperar en vano de alguien lo que naturalmente no puede provenir de su educación, de su carácter o de su conducta.”
Para la Enciclopedia Universal 2012 es “pretender de una cosa o de una persona lo que dadas sus características, o su forma de ser, no puede esperarse.”
Hay una variante de esta locución que es con la negación. En este caso se utiliza como recomendación o consejo de no efectuar la acción: “no hay que pedir (pedirle) peras al olmo” cuyo significado es: “no hay que pedir lo imposible; “no hay que intentar lo inútil”; “no hay para qué ser necio”.