Profecías cumplidas en el Antiguo Testamento

Escrito por el 18 de diciembre de 2023

Dios llama a profetas para que enseñen Sus mandamientos, adviertan contra el pecado y profeticen de acontecimientos futuros. La Biblia contiene muchas profecías que ya se han cumplido, así como muchas que aún no lo han hecho. Muchas profecías bíblicas se centran en Jesucristo, Su vida y Su función en el destino de toda la humanidad.

Los profetas testifican de la voluntad de Dios

La Biblia enseña: “Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Este ha sido el modelo a seguir desde el principio: “Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio” (Lucas 1:70). Dado que Dios desea que Sus hijos aprendan, crezcan y prosperen, Él nos da advertencias, revelaciones e instrucciones por medio de Sus profetas.

Los profetas nos preparan para el futuro

Los profetas pueden predecir acontecimientos importantes a fin de advertir a las personas. Prestar atención a sus palabras puede ayudarnos a estar preparados para lo que se avecina. Ver el cumplimiento de ciertas profecías también puede ayudarnos a fortalecer nuestra fe en la palabra de Dios. En la Biblia leemos muchas profecías que se han cumplido en la historia, así como revelaciones sobre acontecimientos que aún están por venir.

Los profetas nos ayudan a vivir felices

Las Escrituras nos enseñan que el Señor llama a profetas “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:12). Los profetas nos enseñan y nos recuerdan cómo llegar a ser mejores y, en última instancia, más felices.

Los profetas nos guían en la actualidad

Dios continúa demostrándonos Su amor al enviarnos los mensajes que necesitamos en este momento. Los profetas vivientes reciben revelación de Dios y dan instrucciones y consejos a todas las personas en la actualidad. En años recientes, los profetas y apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han dado consejos en cuanto a estar preparados para los tiempos difíciles que se avecinan, la prudencia económica, la importancia de la educación académica, el matrimonio y las relaciones familiares, y encontrar y mantener la fe durante las pruebas personales.

¿Qué se profetizó acerca de Jesús?

Mucho antes del nacimiento de Jesús, los profetas de la antigüedad predijeron muchos acontecimientos relacionados con Su función y misión. Aquellas profecías se dieron para que las personas reconocieran a Jesús cuando Él viniera y tuvieran fe en Él como su Salvador. Isaías, en el Antiguo Testamento, escribió acerca de Jesús setecientos años antes de Su nacimiento: “He aquí que una virgen concebirá, y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). Y añadió: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado estará sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (Isaías 9:6).

La vida de Jesús

Otros profetas del Antiguo Testamento predijeron la vida de Jesús con extraordinario detalle. Miqueas sabía que el Salvador nacería en Belén (véase Miqueas 5:2). Oseas habló del tiempo que Jesús pasaría en Egipto siendo niño (véase Oseas 11:1). En el libro de Salmos se menciona cómo Jesús hablaría por parábolas y sería rechazado por Su propio pueblo (véanse Salmos 69:8; 78:2). En otra de sus bellas profecías, Isaías se refirió a la función y el sacrificio de Jesús: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores […]. “… herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados” (Isaías 53:4–5).

La muerte y resurrección de Jesús

Todos los profetas de Dios han testificado de Jesús. Los profetas del Antiguo Testamento describieron acontecimientos que ocurrirían cientos de años más tarde. Isaías predijo cómo Jesús sería injuriado, escupido y golpeado (véase Isaías 50:6). El profeta Zacarías sabía que Jesús sería crucificado y que, sin embargo, oraría por Sus enemigos (véase Zacarías 12:10). Lo más importante es que los profetas de la Biblia enseñaron el mensaje de Dios de que Jesucristo resucitaría (véase Isaías 25:8) y que gracias a Él también nosotros resucitaremos (véanse Isaías 26:19; Job 19:26).

¿Cuáles son algunas profecías bíblicas que ya se han cumplido?

Moisés advirtió al faraón que a menos que los israelitas fueran liberados, los egipcios serían afligidos con enfermedades, pestilencias y, finalmente, la muerte de sus hijos primogénitos (véase Éxodo 7–12). Cada una de esas profecías se cumplió. El faraón le dijo a Moisés que saliera de Egipto con los israelitas y Moisés dividió el mar Rojo para que pudieran huir a salvo.

La destrucción de Jerusalén

Jeremías, un profeta del Antiguo Testamento, predijo la destrucción de Jerusalén (véase Jeremías 25:2, 9–11). La historia confirma que, efectivamente, los babilonios arrasaron Jerusalén en el año 587 a. C. Lehi, un profeta del Libro de Mormón, también advirtió al pueblo de la inminente destrucción de Jerusalén. Debido a esa revelación que recibió de Dios, Lehi y su familia huyeron de Jerusalén. Su historia y la de su familia está registrada en El Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo.

La Gran Apostasía

La apostasía es un período en el que la autoridad de Dios no se encuentra sobre la tierra. Después de que Jesús resucitó y ascendió al cielo, Sus discípulos sabían que un día regresaría como Él había dicho. Sin embargo, el apóstol Pablo enseñó que la Iglesia que Jesús estableció apostataría antes de que Cristo volviera de nuevo: “No os engañe nadie de ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía” (2 Tesalonicenses 2:3). Esa apostasía ocurrió en los siglos posteriores a la muerte o el asesinato de los apóstoles originales de Jesús, quienes poseían Su autoridad del sacerdocio.


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