Salmos: Capítulo 53 – Dice el necio no hay Dios
Escrito por Amigos en Radio Solidaria el 28 de febrero de 2024
Tanto en el Salmo 14:1 como el Salmo 53:1 leemos, «Dice el necio en su corazón: No hay Dios». Algunos citan estos versículos para indicar que los ateos son faltos de inteligencia. Sin embargo, este no es el único significado de la palabra hebrea traducida como «necio». En el texto, la palabra hebrea es ‘nabal’, y se refiere más a una «necedad moral», por ej. una persona sin moralidad.
El significado del texto no es que «la gente sin inteligencia no cree en Dios». Más bien, el sentido del texto es «la gente pecadora no cree en Dios». En otras palabras, es algo malvado negar a Dios, y una negación de Dios a menudo va acompañada de un estilo de vida perverso. El versículo continúa enumerando algunas otras características de los impíos: «Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien». El Salmo 14 es un estudio sobre la depravación universal de la humanidad.
Muchos ateos son muy inteligentes. No es su inteligencia, o la falta de ella, la que lleva a la persona a rehusar creer en Dios. Es la falta de rectitud lo que conduce a una persona a rechazar el creer en Dios. La gente no rechaza la idea de un Creador, siempre y cuando ese Creador se ocupe de Sus propios asuntos y los deje solos. Lo que la gente rechaza es la idea de un Creador que demande moralidad de Su creación. En lugar de luchar contra una conciencia culpable, algunas personas rechazan completamente la idea de Dios. El Salmo 14:1 llama a este tipo de personas «necias».
El Salmo 14:1 dice que negar la existencia de Dios se basa comúnmente en el deseo de llevar una vida de pecado. Varios ateos destacados han admitido la verdad de esto. Algunos, como el autor Aldous Huxley, han admitido abiertamente que el deseo de evitar las restricciones morales era una motivación para su incredulidad:
«Tenía motivos para no querer que el mundo tuviera un propósito y, por lo tanto, asumí que no tenía ninguno, y que podía encontrar sin dificultad razones satisfactorias para esta suposición. El filósofo que no encuentra ningún sentido en el mundo, no se ocupa exclusivamente de un problema de metafísica pura. También le preocupa demostrar que no hay ninguna razón válida por la que él personalmente no deba hacer lo que quiere hacer. Para mí, como sin duda para la mayoría de mis amigos, la filosofía del sinsentido era esencialmente un instrumento de liberación de un cierto sistema de moralidad.
Nos opusimos a la moralidad porque interfería con nuestra libertad sexual. Los defensores de este sistema afirmaron que encarnaba el significado -el significado cristiano, insistieron- del mundo. Había un método increíblemente sencillo para refutar a estas personas y justificarnos en nuestra revuelta erótica: negaríamos que el mundo tuviera algún significado». – Aldous Huxley, Fines y Medios».
La creencia en un Ser divino va acompañada de un sentido de responsabilidad hacia ese Ser. Así que, para escapar de la condenación de la conciencia, que fue creada por Dios, algunos simplemente niegan la existencia de Dios. Se dicen a sí mismos: «No hay supervisor del mundo. No hay un Día del Juicio Final. Puedo vivir como me plazca». La atracción moral de la conciencia es, por lo tanto, ignorada más fácilmente. Tratar de convencerse de que no hay Dios es insensato. El argumento de «El necio dice en su corazón: ‘No hay Dios'», es que es un corazón impío y pecador que negará a Dios. La negación del ateo se opone a muchas pruebas de lo contrario, incluyendo su propia conciencia y el universo en el que vive.
Es que una falta de evidencia de su existencia no es la verdadera razón por la que la gente rechaza creer en Dios. La gente rechaza la creencia en Dios, debido a un deseo de vivir libres de restricciones morales que Él requiere, y escapar de la culpa que acompaña la violación de esos estatutos.
«La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto… de modo que no tienen excusa. … se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios… Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira» (Romanos 1:18-25).
- Fuente Noticia: GotQuestions.