El carácter de la sociedad en los últimos tiempos
Escrito por Amigos en Radio Solidaria el 4 de marzo de 2024
Cuando hablamos de las señales de los últimos tiempos generalmente ponemos el acento en pasajes donde se mencionan catástrofes, guerras, hambres, terremotos y otros sucesos devastadores.
Pocas veces lo hacemos pensando en el carácter de las personas. Las Escrituras nos muestran con toda
claridad la responsabilidad del hombre en los acontecimientos de la tierra. Existe una relación innegable entre las formas de vida del ser humano a lo largo de la historia y sus efectos sobre el mismo hombre y el resto del mundo. Desde el principio vemos en la Biblia cómo el carácter del hombre ejerce su influencia sobre la creación. La tierra fue maldita por la transgresión del hombre.
Hay una conexión directa entre la dimensión moral del individuo y sus consecuencias, no solo en el ámbito de las relaciones humanas, lo cual es una obviedad, si no en sus consecuencias sobre el resto de la creación: animal, vegetal, medio ambiental. Pablo le hace aquí a Timoteo una afirmación muy
significativa, además acentúa que el discípulo debe tener este conocimiento.
“Debes saber esto”. ¿El qué? Que habrá en los días finales una sociedad marcada por la forma de ser y actuar de los hombres. El carácter de las personas será de una determinada manera, y eso provocará tiempos difíciles y peligrosos. No se trata de las dificultades propias de cada generación.
Tampoco de la maldad común al género humano. Jesús dijo que habría en esos mismos tiempos un aumento de la maldad, y que el amor de muchos se enfriaría (Mateo 24:12). Pablo habló también del misterio de la iniquidad (2 Tesalonicenses 2:1-12). Por tanto, hay una generación final, antes de la venida
definitiva de Jesús, que manifestará un aumento del pecado y la maldad.
Lo vimos en la generación de Noé, también en la de Lot y las ciudades de Sodoma y Gomorra. Creo que no hay mucha duda de que es parte de nuestro tiempo también. En las próximas meditaciones iremos relacionando la forma de ser de los hombres en los últimos tiempos.