Vivir sin móvil
Escrito por Daniel Valuja el 24 de junio de 2024
En una reciente investigación de la BBC sobre el uso de teléfonos inteligentes entre adolescentes, se destaca la creciente preocupación de padres y madres por el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas. Aunque los dispositivos son herramientas esenciales para la comunicación y la organización diaria, el excesivo uso, especialmente en redes sociales, revela una obsesión tecnológica. Este fenómeno se atribuye en parte al «miedo a perderse algo» (FOMO), comparable a la ansiedad generada por las sustancias adictivas según estudios de la Universidad de Harvard.
Como parte de un experimento, diez estudiantes británicos cambiaron sus smartphones por teléfonos básicos durante cinco días, enfrentando una «desintoxicación tecnológica». Los participantes, que normalmente pasan horas en redes sociales como TikTok, experimentaron dificultades significativas. Por ejemplo, Will, quien dedica más de ocho horas diarias a su teléfono, expresó preocupación por socializar sin su dispositivo.
Durante el experimento, los jóvenes notaron cambios positivos en su comportamiento, como una mayor comunicación con sus padres y una reducción de la ansiedad asociada al FOMO. Ruby, una aspirante a actriz, encontró que el experimento le permitió una conexión más profunda con su familia y una mayor concentración en otras actividades, como el maquillaje y el dibujo.
Aunque algunos participantes como Charlie abandonaron el experimento temprano debido al estrés por perder conexiones sociales en Snapchat, otros descubrieron beneficios en la desconexión digital. Grace, por ejemplo, se sintió más creativa y productiva, y expresó su intención de limitar el uso de redes sociales después del experimento.
El estudio refleja un debate más amplio sobre el impacto de los teléfonos inteligentes en la salud mental y el desarrollo de los jóvenes. Mientras que algunos están a favor de prohibiciones más estrictas para menores de 16 años, la mayoría de los adolescentes encuestados no están dispuestos a cambiar sus smartphones por dispositivos básicos. Sin embargo, muchos expresan interés en reducir el tiempo de pantalla y encontrar un equilibrio saludable entre la tecnología y otras actividades.
En conclusión, aunque la tecnología ofrece muchas ventajas, el excesivo uso de teléfonos inteligentes entre adolescentes plantea desafíos significativos, subrayando la necesidad de estrategias educativas y familiares para fomentar un uso responsable y equilibrado.