¿Qué hacemos con el poliamor?

Frente a una sociedad «genuinamente desvinculada» los obispos españoles proponen fomentar «una cultura vocacional». Así lo ha defendido este miércoles Luis Arguello, arzobispo de Valladolid y responsable del servicio de pastoral vocacional de la Conferencia Episcopal Española. Argüello, a preguntas de los periodistas, ha incidido incluso en uno los signos de esta «desvinculación» de la sociedad, «la cultura dominante del poliamor», por la que se ha manifestado «preocupado» y ante la que ha contrapuesto la vocación al matrimonio, a la paternidad y la maternidad.

Argüello ha presentado a los medios de comunicación el nuevo servicio pastoral de la Iglesia española, que trata de fomentar la «cultura vocacional» en toda la sociedad. «En la Iglesia, cuando hablamos de vocación, no hablamos solo de ‘meterse’ a cura o a monja, sino también a ‘meterse a laico’, y al matrimonio y la creación de una familia», ha puntualizado.

Es en este contexto en el que ha sido preguntado por el auge del poliamor en la sociedad, a partir de los datos facilitados por el Centro de Investigaciones Sociológicas, que afirma que más del 40% de los españoles está de acuerdo con mantener mas de una relación afectiva a la vez. «Claro que me preocupa -ha señalado Argüello-, como miembro de la Iglesia y como ciudadano», porque esta práctica «no sólo va en contra de una determinada moral sino de una forma de entender la articulación del tejido social».

«Es algo cuanto menos para hacer una importante reflexión social porque, si no, seguimos haciendo el elogio del individuo y del derecho a tener derechos de cada individuo, pero lo de poliamor queda bonito en la jerga de la cultura dominante pero si en vez de poliamor hablamos de poligamia, entonces la cosa suena de otra manera», ha aclarado Argüello.

El arzobispo ha explicado que el vínculo matrimonial puede terminarse por distintas razones, pero no así la vinculación que genera la maternidad o la paternidad -«esto sí que es para siempre», ha afirmado con rotundidad-, por lo que esas «sospechas sobre los vínculos, o la fugacidad de los vínculos, tiene consecuencias».

«Se puede vender con el envoltorio de una vida de ‘jijiji jajaja,’ en la que cada cual puede hacer lo que quiera y cuando quiera pero luego pasa lo que pasa, y al mismo tiempo decimos: ¿Qué les pasa a los adolescentes? ¿Qué pasa con la salud mental? ¿Qué pasa con la nueva edición del malestar cultural del que ya habló Freud?», ha planteado.

Un nuevo servicio de Pastoral Vocacional

El nuevo servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal está en marcha desde el 28 de septiembre de 2022, después de que fuera aprobado en la asamblea plenaria de primavera del pasado año. El equipo, dirigido por el propio Argüello está integrado por 30 personas -entre obispos, sacerdotes, vida consagrada y laicos- e integra cuatro comisiones episcopales.

El objetivo final es «crear una cultura vocacional en la Iglesia española», que vaya más allá de la llamada a las «vocaciones de especial consagración» (sacerdocio y vida consagrada), y que incluya también la vocación a ser laico. «Vivimos un tiempo de grandes transformaciones, una época muy marcada por el derecho a tener derechos», ha explicado Argüello. «Pero esos derechos tienen otra cara de la moneda, una responsabilidad, un deber con el bien común», ha añadido.

Es en ese contexto en el que ha planteado que esa cultura vocacional implica «que no nos preguntemos que puede hacer la sociedad por mi, sino que puedo hacer yo por el bien común». «Tenemos que entender la vida, las vocaciones, no como un voluntariado, sino como una llamada que el Señor realiza a través de las necesidades expresadas por los pobres de cerca y de lejos», ha añadido Argüello. La vida, en definitiva, ha de ser entendida «como vocación», y eso «es lo que nosotros queremos acompañar», ha insistido. (Fuente Noticia: ABC)