Salmos: Capítulo 33 – Bienaventurada la nación

La creación, tema principal del Salmo 33, desde el punto de vista de la biblia es una de las ratificaciones de nuestra fe en Dios. Ver a Jehová como creador nos da la sensación de superioridad por su parte y de propósito a nuestras vidas.

Dios creó el universo, incluida la Tierra, en el pasado remoto, “en el principio”, como dice Génesis 1:1. “La ciencia moderna concuerda en que el universo tuvo principio”.

Según un estudio reciente, el universo tiene unos 14.000 millones de años de edad. Todo esto con el principal propósito de que toda la creación, todo lo que respire lo alabe en espíritu y en verdad.

El Salmo 33 nos exhorta a gozarnos, a la alegría y a la algarabía pues nuestro Señor, Creador de todas las cosas, es grande y bueno.

A demás de la faceta creacionista del Dios de Israel en este salmo encontramos varias razones por las cuales los creyentes deben de gozar en Él y alabarle día y noche.

Este salmo es perfecto para cuando necesitamos razones para alabar. Dios entiende que podemos tener aflicciones en este mundo de perversidad, pero la alabanza es crucial a la hora de obtener favores de su parte, ya que fomenta la comunión con Dios. Por esta razón, a través del Rey David, el Señor nos recuerda “qué” y “por qué” debemos alabarle.

Uno de los aspectos que encontramos en el salmo es una invitación a los justos e íntegros a unirse en alabanza a Dios. Ninguno de nosotros puede jactarse de ser justo e íntegro en sí mismo, pero los que hemos recibido a Cristo como Salvador somos justos e íntegros delante de Dios.

Esto no significa sin embargo que podemos vivir en pecado. Lo apropiado es reconocer el pecado, confesar el pecado y apartarnos del pecado para alabar y adorar a Dios con limpia conciencia.

Otro de los aspectos es el reconocimiento de la bondad y de la preocupación de Dios por los hombres. El Dios que creó los cielos y la tierra y mantiene todo lo creado, se da el tiempo para mirar nuestro corazón.

Y no solo eso, sino que se da el tiempo para examinar el mínimo pensamiento de mi corazón. Para Jehová no somos solo un minúsculo objeto en el universo, sino personas que merecen atención.