Salmos: Capítulo 42 – ¿Dónde está tu Dios?

Escrito por el 15 de noviembre de 2023

El Salmo 42 empieza con una imagen profundamente inspiradora: un elegante ciervo bramando por un bosque seco, deseando encontrar agua para salvar su vida. No sabemos el motivo de la sequía, aunque eso no es lo importante, ya que muchos orígenes distintos pueden crear esta misma situación.

Nosotros necesitamos a Dios, igual que el ciervo el agua así que lo debemos buscar con todas nuestras fuerzas, independientemente del origen de nuestro problema.

  • Salmo 42:2

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”

La primera frase de este segundo versículo repite el mensaje del versículo anterior, aunque ahora poniendo énfasis en qué se trata de una necesidad. Nuestra alma tiene sed de Dios.

La segunda frase, lanza al aire una pregunta reflexiva que puede tener varias interpretaciones. ¿No encontramos a Dios en los momentos difíciles porque no tenemos la suficiente fuerza para irlo a buscar o porque no sabemos donde buscar?

En el fondo, todos sabemos donde podemos encontrar al Señor, así que solo hace falta levantarse y orar.

  • Salmo 42:3

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?”

Este tercer versículo relata el sufrimiento que se siente en las situaciones mencionadas. Una tristeza profunda nos envuelve cuando nos sentimos lejos del Señor y nos fallan nuestras fuerzas.

Además esto se agravia cuando aquellos que viven constantemente alejados de Dios, aprovechan los momentos de debilidad para intentarte convencer de que el Señor no está para ayudarnos.

  • Salmo 42:4

Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;

De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,

Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.”

En los momentos de dificultad nuestra mente viaja a otros tiempos en los que hemos sido felices, intentando sentirse mejor y aliviar la pena que sentimos. Esto lo vemos en este cuarto versículo, siguiendo este salmo que nos permite identificarnos en cada versículo. 

Además, se relaciona esta alegría con la proximidad de Dios. Y es que así es, la felicidad verdadera se encuentra cerca del Señor.

  • Salmo 42:5

¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.”

La discusión interna de saber cuál es la solución de los problemas, pero ser incapaces de realizarla es típica de cualquier momento difícil.

Aquí el salmista nos ilustra esto mismo, preguntándole a su alma el por qué de su aflicción, si él es consciente de que la respuesta está en Dios y es en Él donde encontrará la salvación.

  • Salmo 42:6

Dios mío, mi alma está abatida en mí;

Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,

Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.”

Tras reconocer que la solución a todos los problemas está en Dios, solo hace falta empezar a caminar en esa dirección para solucionarlos. Así pues, por muy lejos que nos sintamos del Señor, siempre debemos acordarnos de Él.

En este versículo se habla de la distancia física, lejos de la tierra de Jerusalén el salmista se siente triste; siendo esto una metáfora de la tristeza de sentirse lejos de Dios.

  • Salmo 42:7

Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.”

Haciendo otra metáfora sobre el agua, el autor trata a los problemas como si fueran olas y él se estuviera hundiendo debajo cada una de ellas. Todo el mundo se ha sentido así alguna vez, pero nunca debemos rendirnos.

Este es el punto más bajo del salmo, cuando todo parece perdido porque no hay fuerzas para nadar hacia la superficie que vemos delante de nuestros ojos.

  • Salmo 42:8

Pero de día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su cántico estará conmigo,

Y mi oración al Dios de mi vida.”

Después de esos momentos de desolación, un atisbo de confianza nos devuelve a la vida y nos da fuerzas para continuar. El poder de la mente es algo que no podemos llegar a comprender, de modo que si la tenemos pensando en el Señor, conseguiremos la salvación.

Con fe se han hecho las más grandes maravillas de este mundo. En este versículo tenemos tres conceptos relacionados con el Señor que debemos recordar cuando nos sintamos lejos de Él por cualquier motivo: misericordia, protección y vida.

  • Salmo 42:9

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?

¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?”

Aunque todo mejore, la lucha es larga. El Señor es nuestra roca, nuestro sustento y en Él podemos confiar para todo. Nuestra condición humana nos hace necesitarlo tanto como la comida a nuestras mesas, siendo la fe la sed espiritual.

El salmista ya siente la presencia de Dios a su lado, pero sus enemigos aún siguen oprimiéndolo, siendo un proceso lento con difícil solución. 

  • Salmo 42:10 y Salmo 42:11

Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,

Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.”

Los dos últimos versículos repiten lo que ya se ha dicho anteriormente, aun así, ahora ya sentimos más cerca a Dios y tenemos fuerza suficiente para buscarlo.

Hay que tener paciencia cuando las cosas no van bien, pero caminar con paso firme hacia Dios. Nada ocurrirá si no se hace nada. Entreguemos nuestro corazón y confianza al Señor y con fe todo se solucionará. No tengas ninguna duda de ello. (Fuente Salmo 42: Tu Biblia Online)


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