Un compromiso con la oración (2ª parte)

Escrito por el 17 de noviembre de 2022

Uno de los compromisos más importantes en la vida tendría que ser comprometernos con la oración, porque orar implica un acto completamente de la voluntad, no es algo que se debería de hacer por imposición, por obligación o por apariencia, sino por amor.

Cuando amamos a una persona, queremos estar cerca de esa persona especial, hablar con ella, contarle cosas de nuestra vida, escuchar su voz, saber qué piensa, qué opina, cuando estamos tristes que sus palabras nos consuelen y cuando ella está triste nosotros consolarle, una relación de amor implica la COMUNICACIÓN, y si no hay comunicación no hay relación.

Lo mismo pasa con la oración, necesitamos comunicarnos con Dios, aunque Él lo sabe todo como dice su palabra en Salmos 139:4 “Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.” Nosotros necesitamos hablar con Él porque cuando hablamos con Dios, descargamos nuestro corazón, le expresamos nuestra gratitud, el amor que hay en nuestro corazón, le contamos lo que nos pasa, lo que nos duele y afecta, le contamos nuestros sueños, anhelos, las cosas que pensamos que son muy difíciles y las cosas que solo Él puede solucionar, entonces cuando hablamos viene una paz interior, porque todos los seres humanos necesitamos expresar lo que nos pasa y quién mejor que El Señor para contarle todo lo que hay en nuestro interior.

Pero la comunicación no solo es de una vía, también tiene una vía de vuelta, en la oración también podemos escuchar la voz de Dios, Su dirección, Su palabra, Su paz que inunda nuestro interior, nosotros hablamos pero Él también nos llena de Su presencia, hay un tesoro invaluable en la oración y muchas veces no somos conscientes de ese regalo tan grande que tenemos a nuestra disposición en cualquier momento, en cualquier lugar, en donde quiera vamos y donde quiera que estamos, pero no lo vemos así, la oración tristemente para algunos cristianos se convierte en algo monótono y sin sentido, sentimos que nuestras palabras no pasan del techo y perdemos la motivación por qué estamos orando.

En este camino hacia la meta, para proseguir necesitamos orar y no perdernos la oportunidad cada día de hablar con El Señor y que pase el día entero y no hayamos tenido un tiempo con Él, yo quiero hoy darte tres elementos de nuestra vida por la que verdaderamente debemos comprometernos con la oración y que se convierta en una necesidad para nuestro corazón, el orar cada día.

LA ORACIÓN CREA UN VÍNCULO DE AMOR Y CONFIANZA CON EL SEÑOR: Juan 13:23 y 25 dice “Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. Él entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: «Señor, ¿quién es?” Indudablemente Juan era un discípulo amado por Jesús y con quien hablaba y tenía comunión, esta relación le llevaba a la confianza de estar cerca de él y recostado en Su pecho, en este pasaje Pedro le dice que le pregunte a Jesús, quién es el que lo va a entregar, pero esa cercanía a Jesús le daba la confianza no solo de recostarse en Su pecho y estar a su lado, sino también para preguntarle cosas, hablar con Él y conocer sus pensamientos.

Esta debería ser una motivación suficientemente poderosa para que cada día estemos allí cerca de jesús hablando con Él, escuchando Su corazón, sus revelaciones y generar esa relación de amor que nos da la fe para confiar en Él, que nos llena de confianza, muchas veces no confiamos en Dios porque no hay una relación profunda con Él y es muy fácil creer otras voces, escuchar otras palabras, cuando no tenemos nuestra relación firme, sólida y fuerte con El Señor y eso solo se consigue a través de la oración.

LA ORACIÓN ES UN ARMA CONTRA EL MAL: Lucas 11:4 «mas líbranos del mal.» En una sociedad en la que en la actualidad hay tantos peligros, tanta violencia, tanta maldad sigue siendo una oración poderosa el pedir a Dios que nos libre del mal. Solo Dios conoce lo que hay en el corazón, ya que cada día nos sorprendemos con nuevas noticias que nos dejan dolor y tristeza, porque no logramos comprender hasta dónde puede llegar la maldad en el corazón de los hombres, una maldad que puede robar, matar y destruir nuestras vidas.

La maldad es la ausencia de la bondad, amor y afecto por quienes están a nuestro alrededor, se puede actuar con maldad cuando se actúa con astucia en contra de nuestro prójimo y buscamos el mal para ellos. Los discípulos querían que Jesús les enseñara a orar y una de las cosas que nos dijo que debíamos pedir al Padre es que NOS LIBRE DEL MAL. Cuando no oramos estamos expuestos al mal, expuestos a hacer mal y expuestos a que nuestro adversario pueda hacer mal en nuestra vida.

LA ORACIÓN LA MEJOR AYUDA PARA OTROS: 1 Timoteo 2:1-3 «Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador».

Hay una frase muy bonita que dice «No hay nada que nos haga amar tanto a una persona que cuando oramos por ella.»William Law y esta frase es una gran verdad ya que cuando oramos por alguien más aprendemos a amarle, nos ponemos en su lugar y nuestro corazón se duele con con ellos y se alegra con sus bendiciones.

La oración es la llave que tenemos para poder llegar ante El Señor y a través de ella ayudar a alguien más que no seamos nosotros mismos, asi estamos intercediendo, hablando, rogando o mediando en favor de una persona para conseguir un bien o librarlo de un mal. Cuando oramos o intercedemos delante de Dios por alguien más estamos poniéndonos en el lugar de la otra persona, mostrando amor, misericordia, empatía y compasión.

Así que hay muchos motivos por los cuales deberíamos hacer un compromiso con la oración, creando un vínculo de amor y confianza con El Señor, a través de ella ser librados del mal y ayudando a otros de la mejor forma que podemos hacerlo.

No dejemos de orar cada día, hagamos un compromiso que implique amor y voluntad, vamos a ver nuestra propia vida transformada y la mano de Dios moviéndose en favor de nosotros.


Canción actual

Título

Artista