Comprometido y viviendo en comunión (2ª parte)

Escrito por el 29 de diciembre de 2022

Hay varios compromisos que debemos hacer como cristianos y que estamos recordando para que nuestro camino hacia la meta sea prosperado y podamos también caminar en la voluntad del Señor para nuestras vidas y uno de esos compromisos debe ser el vivir en comunión.

Como hablamos la última vez la comunión es para bien de nuestras vidas porque en ella envía El Señor bendición y vida eterna, pero también tenemos que saber que la comunión no es fácil, porque todos somos completamente diferentes, tenemos diferentes formas de hacer las cosas, de pensar, de actuar y es la creatividad de Dios funcionando la que nos ha hecho completamente diferentes y aun así, que podamos vivir en unidad formando un solo cuerpo.

La palabra dice en Romanos 12:4-5 “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.” El mejor ejemplo de unidad es un cuerpo, que tiene muchos miembros pero no todos tienen la misma función y es maravilloso tener esto tan claro cuando hablamos de la unidad y del gozo que debe de haber entre hermanos al saber que hay espacio para todos y que la luz de otros no puede opacar la nuestra, sino al contrario juntos seremos más luz a este mundo que está en oscuridad.

El problema es que muchas veces no pensamos de esa forma, no vemos que en la diversidad de dones, talentos, opiniones, etc., está la bendición y si alguno sobresale más que otro, eso no quiere decir que otros no existan, imaginemos naturalmente qué pasaría que un día uno de nuestros pies no quiere estar en ese lugar y quiere ser cabeza, cómo haríamos sería imposible, porque la función de los pies es caminar, ayudarnos a desplazarnos, darnos soporte y estabilidad, sin embargo la cabeza es muy importante porque allí está el cerebro y la mayor parte de los sentidos de nuestro cuerpo, pero no por eso los pies dejan de ser importantes, cada uno sabe la función que representa y si alguno está mal o está sufriendo, todo se duelen con él y notan cuando algo en alguna parte del cuerpo no está bien.

Igual es la comunión entre hermanos, debemos vivir con el gozo, la alegría y la paz que otros hagan, que otros sean bendecidos y prosperados y así mismo otros deben sentir gozo y paz al saber que nosotros estamos siendo bendecidos, que El Señor prospera lo que hacemos, porque no competimos en esta carrera por un premio que le vamos a ganar a otros, sino cada uno corre su propia carrera y todos debemos luchar por alcanzar ese galardón, pero la victoria de uno no significa la derrota de otros, sino todo lo contrario, la victoria de nuestros hermanos es también nuestra victoria.

Entonces para vivir en comunión, la palabra de Dios nos habla en el libro de Romanos 12:8-18 (leerlo en casa) de varias cosas que debemos practicar, son como ciertos hábitos que podemos esforzarnos por mantenerlos en nosotros para vivir en comunión, porque esto nos ayudará a tener una actitud diferente ante nuestros hermanos para tener una mejor relación para convivir juntos y en unidad. Vamos recordar algunas de las más importantes que este pasaje de la escritura nos habla:

AMOR SIN FINGIMIENTO: Hay otras versiones que dicen “amor sin hipocresía, amor sincero,” porque cuando fingimos amar, estamos tratando de representar o hacer creer algo que no es verdad y lo hacemos a través de nuestras palabras, gestos y acciones, el problema de fingir es que tarde o temprano la verdadera motivación de nuestro corazón saldrá a la luz y no podremos ocultar que hemos mentido respecto al amor que tratamos de representar, un amor fingido no es amor.

ABORRECER LO MALO: Otro hábito sumamente importante para vivir en comunión es aborrecer lo malo, cuando aborrecemos lo malo estamos abriendo la puerta a lo bueno, aborrecer lo malo es rechazar toda cosa que no vaya a ser de bendición para los demás, como hablar a espaldas de otros, juzgar, criticar, maldecir o sea hablar mal, aborrecer lo malo es negarnos a pensar mal de otros y buscar hacer siempre lo mejor para los que nos rodean.

HONRAR A LOS DEMÁS: No se trata solo de no hacer lo malo, se trata de dar honra al que merece honra, cuando honramos a los demás estamos reconociendo el valor que Dios ha puesto en ellos, todos tenemos un lugar especial en el corazón de Dios y eso mismo debe llevarnos a pensar que no estamos hablando o tratando mal a una persona cualquiera sino a un hijo de Dios, eso me llevará a honrar su vida y valorar sus dones y talentos.

COMPARTIR Y SER HOSPITALARIOS: La comunión nos lleva a compartir y a ser hospitalarios, compartir de lo mucho o lo poco que tengamos, el amor es algo que al darlo se multiplica, compartir es una forma de comunión que genera algo especial espiritualmente, lazos de unidad que el enemigo no puede romper con nuestros hermanos, la hospitalidad es dar con amabilidad y atención a quienes tenemos cerca, hacerles sentir como en casa cada vez que están con nosotros, eso es practicar la hospitalidad.

REIR CON EL QUE RÍE LLORAR CON EL QUE LLORA: Muchos reirán cuando reímos, pero solo los verdaderos amigos llorarán cuando nos toca llorar, este hábito en nosotros reforzará los lazos de unidad entre hermanos, reír, disfrutar de un buen café y compartir buenos momentos sin duda que nos une, pero nos dará más unidad el llorar juntos, el estar al lado de los que sufren y aunque humanamente no podemos hacer mucho, nuestra sola presencia a su lado les hace sentir que estamos allí para lo que haga falta.

PROCURAR ESTAR EN PAZ CON TODOS: Romanos 12:18 termina diciendo “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” La comunión quizás no es todo lo fácil que quisiéramos, pero en lo que depende de nosotros, en lo que está al alcance de nuestras manos debemos estar en paz con todos, si depende de mí dar una sonrisa, démosla, si depende de nosotros hablar y mejorar cosas, hagámoslo posible, si depende de nosotros pedir perdón y mejorar una relación, no dudemos en hacerlo porque si es posible y depende de mí, yo debo estar en paz con todos y tener comunión con los demás como a DIos le agrada.

Estamos terminando el año 2022 y estamos por comenzar el año 2023, que nuestros corazones no se cierren a vivir en unidad, sino que procuremos buscar la comunión entre hermanos, recordemos ese versículo tan importante en 1 Juan 1:7 que dice “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” Si andamos en luz, si amamos al Señor y si tenemos comunión con Él, eso mismo nos llevará a tener comunión unos con otros, nunca a aislarnos y vivir solos porque Dios nos ha diseñado para vivir en comunión aquí y eternamente.

Así que hagamos un compromiso para vivir en comunión y prosigamos nuestro camino hacia la meta en el año que comienza. Feliz Año 2023!!


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