Efecto espejo
Escrito por webmaster el 16 de diciembre de 2021
¿Qué nos atrae o nos aleja de la personalidad de otra persona? Existen algunos estudios e investigaciones científicas que concluyen que lo que nos atrae y hace que nos relacionemos y adaptemos mejor a determinadas personas son aquellas características que son iguales a las nuestras. Nos gustan las personas que son como nosotros.
Para entenderlo debemos remontarnos a la denominada Teoría del Espejo atribuible al psicoanalista Jacques Lacan. Este autor analizó la formación del yo durante la fase de desarrollo psicológico del niño entre los seis y dieciocho meses. Durante ese periodo el niño es capaz de identificar su propia imagen en el espejo y al reconocerse siente un gran júbilo. Es decir, le gusta la imagen que el espejo proyecta. Este aprendizaje o identificación del yo se puede extrapolar a las relaciones sociales e interpersonales que adquirimos a lo largo de nuestra vida.
Pero ¿qué pasa cuando conectamos con alguien y pasado un tiempo descubrimos ciertos aspectos que no nos agradan?
La respuesta es que, al igual que hay partes de nuestra imagen que no nos gustan en el espejo, encontramos reflejos de personalidad en el otro que no nos entusiasman. Y es porque las identificamos en nuestra propia personalidad. Aquello que nos desagrada del otro es lo que no nos gusta de nosotros mismos. Es lo que se denomina en psicología, efecto espejo.
El efecto espejo se sustenta en diversas teorías científicas en las que se analiza la personalidad del ser humano en torno a cuatro perfiles determinados. En esta línea se encuentra la investigación realizada por William M. Marston y su “Teoría de la Personalidad” a partir de la cual desarrolló un modelo para clasificar la conducta humana basada en cuatro ejes o cuadrantes (Riesgo, Extroversión, Paciencia y Norma) y que actualmente es conocido como Sistema PDA.
El sistema PDA es un sistema que consiste en analizar el “Perfil Conductual Natural de las Personas y su potencial de respuesta”, promoviendo la observación y clasificación de las personas con las que establecemos algún tipo de relación, permitiéndonos agilizar y facilitar nuestra adaptación a ellas.