Mirando al cielo

Escrito por el 26 de octubre de 2021

En la noche del 23 al 24 de octubre de 2021 un cohete Arian3 5 despegaba del puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa. Llevaba a bordo dos cargas, los satélites de telecomunicaciones SES-17 y Syracuse 4A.

Con una masa total de 10.264 kg el lanzamiento VA255 establece un nuevo récord de carga para un Ariane 5 en un lanzamiento a órbita de transferencia geoestacionaria. Pero sobre todo este lanzamiento era muy importante porque era la última prueba del cohete antes del lanzamiento del telescopio espacial James Webb, previsto para el 18 de diciembre. Y todo parece haber funcionado correctamente.

Arianespace y RUAG, la empresa que las fabrica, habían introducido una serie de modificaciones en las cofias que se usan para proteger las cargas útiles del Ariane 5 durante los primeros minutos del lanzamiento.

La idea específicamente era minimizar las vibraciones a las que se iba a ver sometido el Webb durante su lanzamiento. Pero esas modificaciones no funcionaron exactamente como estaba previsto y en dos lanzamientos anteriores –los VA252 y 253– el equipo de la NASA destacado para asegurarse de que todo estaba listo para lanzar en Webb detectó una condición en la que podía quedar aire atrapado en la membrana que forma el parasol del telescopio y dañarla a causa de la descompresión que se produce cuando la cofia se separa.

Así que hubo que hacer nuevas modificaciones tanto en el diseño de la cofia como en la secuencia de separación, modificaciones que fueron puestas a prueba en el lanzamiento anterior, el VA254, recomprobadas en el VA255, y que, como decíamos, parecen haber solucionado los problemas.

Hay grandes esperanzas depositadas en el Webb. Con el espejo más grande que jamás hayamos lanzado al espacio si va todo bien el JWST nos permitirá observar el universo en una profundidad y detalle nunca vistos hasta ahora. Y ya son muchos años de retraso en su lanzamiento, por no hablar de los miles de millones de dólares de sobrecostes en su desarrollo.

Con lo que ahora ya «sólo» nos queda esperar con impaciencia a que el procesado del telescopio en Kourou se lleve a cabo sin retrasos imprevistos de cara a ese esperadísimo lanzamiento del 19 de diciembre. Aunque como decimos siempre, si un lanzamiento es siempre peliagudo, los primeros días del Webb en el espacio van a ser de morderse las uñas hasta los codos con todo lo que tiene que ir bien para que pueda entrar en servicio. Porque el telescopio despega plegado y hay 50 pasos principales en el proceso de despliegue con cerca de 300 posibles puntos de fallo.

El telescopio está en Twitter como @NASAWebb por la parte que le toca a la NASA y como @ESA_Webb por la parte que le toca a la Agencia Espacial Europea (ESA). La Agencia Espacial Canadiense (CSA) participa también en el proyecto pero no ha creado una cuenta de Twitter para él. Y recientemente ha estrenado blog imaginativamente llamado James Webb Space Telescope, con su canal RSS y todo, como mandan los cánones.


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