Salmos: Capítulo 31 – ¡No es lo que parece!
Escrito por Amigos en Radio Solidaria el 17 de mayo de 2023
El Salmo 31 empieza de manera directa y consistente, transmitiendo un mensaje poderoso que pretende llegar directamente a Dios y al corazón del oyente. David se reafirma: Señor, en ti he confiado.
Pone su vida en manos del Señor de un modo humilde, y lo considera la fortaleza que le ha de guiar por el buen camino. No hay fortaleza en la Tierra que pueda proteger más a nadie que Dios.
¿Y como conseguir la protección de Dios? Con confianza absoluta y la fe más verdadera que cada uno de nosotros pueda sacar.
Salmo 31:5
“En tu mano encomiendo mi espíritu;
tú me has redimido, Jehová, Dios de verdad.”
El Dios al que se encomienda David, nuestro Dios, no es un Dios guerrero sino un Dios que perdona. David, al igual que nosotros, se equivocó múltiples veces alejándose del Señor; pero reconocer los errores y seguir confiando en Él es el modo de continuar.
Déjate llevar por el Señor por los caminos de esta vida, confía plenamente en Él y serás feliz. Él te protegerá de todo mal y te proporcionará las soluciones a los problemas cotidianos a través de las Sagradas Escrituras.
Salmo 31:7
“Me gozaré y alegraré en tu misericordia,
porque has visto mi aflicción,
has conocido las angustias de mi alma.”
Canta al Señor cuando las cosas vayan bien y no te avergüences nunca de tu fe. Gracias a Él has llegado a esta felicidad, es importante no olvidarse en ningún momento de la ayuda que te aporta.
El Señor está tanto en las buenas como en las malas. Confía en Él para que te ayude a salir de los malos momentos y mantenga tu sonrisa en los días felices. Solo con esta confianza conseguirás la protección de Nuestro Señor.
Salmo 31:13
“Oigo la calumnia de muchos;
el miedo me asalta por todas partes,
mientras conspiran juntos contra mí
e idean quitarme la vida.”
El versículo 13 es un punto crítico en el ánimo de David: se encuentra acorralado, con muy pocas probabilidades de sobrevivir y delante de mucha gente que quiere matarlo. Sin embargo, él escribe este salmo y reafirma su actitud como verás en los próximos versículos.
Salmo 31:14 y Salmo 31:15
“Mas yo en ti, Jehová, confío;
digo: «¡Tú eres mi Dios.
En tu mano están mis tiempos!»
Líbrame de manos de mis enemigos y de mis perseguidores.”
Tras el gran momento bajo del versículo anterior, David vuelve a dirigirse al Señor y repite ante el mundo que tiene confianza en Él. Esta es la parte central del Salmo 31 y debes poner mucha atención y tratar de ver la importancia de estas palabras.
En los momentos más críticos, no podemos olvidar al Señor. Y no solo eso, es importante dirigirnos a él y hablarle desde el corazón. La oración, los actos y el estudio de la Biblia deben permanecer con nosotros aunque todo parezca derrumbarse.
Si así lo haces, todo volverá a estar bien y el Señor velará por ti, para que puedas ser feliz de manera profunda. Puede que no sea algo instantáneo, pues el Señor domina cuando las cosas deben suceder, pero tarde o temprano todo se solucionará.
Hasta entonces, no desfallezcas.
Salmo 31:19
“¡Cuán grande es tu bondad,
que has guardado para los que te temen,
que has mostrado a los que esperan en ti,
delante de los hijos de los hombres!”
El versículo 19 es una exclamación de alabanza al Señor, resaltando su gran bondad para todos aquellos que confían en Él. Y no es por menos, el Señor nos ha dado todo lo que tenemos y debemos estarle agradecido.
Exclamaciones como esta deberíamos hacerlas más frecuentemente para recordar a Nuestro Señor y agradecerle sus obras.
Salmo 31:24
“Esforzaos todos vosotros, los que esperáis en Jehová,
y tome aliento vuestro corazón.”
Finalmente, el salmo acaba con un gran consejo para todos aquellos que seguimos a Dios con el corazón y con las ganas de crear un mundo mejor.
David nos dice que no desfallezcamos y continuemos con esta preciosa misión de llevar la Palabra de Dios por nuestra vida, dándola a conocer a aquellos que no han tenido la oportunidad y siempre usándola con sabiduría.
Del Señor vendrá toda tu fuerza para conseguir lo que quieras, siempre y cuando obres por el bien. Llénate de confianza en Él y sigue adelante porque tendrás mil veces más fuerza para superar cualquier adversidad.
- Fuente Salmo 31: Tu Biblia Online