Vencer las tentaciones
Escrito por webmaster el 30 de septiembre de 2021
Las Escritura dice que todos afrontan las tentaciones. (1 Corintios 10:13) dice: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana». Tal vez esto proporciona un poco de aliento cuando a menudo sientes que el mundo está imponiéndose sobre ti nada más, y que otros son inmunes a las tentaciones.
Se nos dice que Cristo también fue tentado: «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado» (Hebreos 4:15).
¿Entonces de dónde vienen estas tentaciones? En primer lugar, no vienen de Dios, aunque Él las permite. (Santiago 1:13) dice,¡: «Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”. En el primer capítulo de Job, vemos que Dios permitió a Satanás tentarlo, pero con restricciones. Satanás anda en la tierra como león, buscando a gente para devorar (1 Pedro 5:8). El versículo 9 nos dice resistirlo, sabiendo que otros cristianos también están experimentando sus ataques.
Por estos pasajes podemos saber que las tentaciones vienen de Satanás. Vemos en (Santiago 1:14) que la tentación origina en nosotros también. Somos tentados cuando somos «llevados y seducidos por nuestra propia lujuria» (verso 14). Te permites pensar ciertos pensamientos, ir a lugares donde no deberías ir y tomar decisiones basadas en tus deseos que te llevan a la tentación.
La palabra tentación tiene un significado distinto para cada persona, algunos tienen problemas para controlar su lengua, en tanto que otros batallan con el impulso de usar drogas o de consumir demasiado alcohol. Muchos luchan una guerra secreta con sus apetitos sexuales.
No importa con lo que usted este luchando, sepa que no esta solo, que no es la única persona que tiene dificultades para tomar las decisiones correctas. La tentación ha sido definida como «la atracción a cometer un acto imprudente o inmoral, especialmente por una recompensa ofrecida (o percibida)». Eso es lo que hace que el proceso de tomar una decisión produzca mucha tensión. La buena opción puede parecer poco atractiva superficialmente, en tanto que la negativa tiene un atractivo especial.
En algunos momentos debes sentir tensión cuando estas decidiendo entre lo que debes y lo que no debes hacer. Esta lucha no es imaginaria; el cuestionamiento «debo o no debo» no es un ejercicio intelectual aislado. Se esta librando una verdadera guerra dentro de ti.