El libro negro de las vacunas
Escrito por Amigos en Radio Solidaria el 11 de mayo de 2023
El lector tiene en sus manos una de las investigaciones más exhaustivas realizadas hasta la fecha sobre las vacunas y las denominadas «nuevas vacunas». Estos medicamentos no contienen gérmenes atenuados, como las vacunas tradicionales, sino una serie de ingredientes tales como células humanas provenientes de fetos o materiales como el grafeno.
La autora, periodista, ha dedicado varios años a investigar, documentar y formular en lenguaje divulgativo los compuestos de las vacunas. Para ello no ha tenido que recurrir a documentos confidenciales, sino a los propios prospectos de los fármacos —esos documentos de letra menuda que no leen ni los facultativos que los prescriben o los administran.
El estudio, avalado con más de 400 referencias, 80 ilustraciones y 60 páginas de anexos, no pretende ser un manifiesto antivacunas, sino presentar al lector los hechos para que él extraiga sus propias conclusiones.
Cierto es que la llegada de estos nuevos fármacos obedece a intereses de diversa índole, pero este libro no se debe más que al compromiso con la verdad de los hechos.
Más información sobre Inmaculada Fernández Díaz
La autora nació en Madrid en 1974, es licenciada en Ciencias de la Información (1998) por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en periodismo de Radio en 2001, también por la Universidad Complutense de Madrid. Cuenta con más de veinte años de experiencia profesional en periódicos digitales, radio, televisión y departamentos de comunicación. Ha trabajado en Radio Nacional de España, Libertad Digital, Costaguana y Nueva Comunicación. Actualmente trabaja en el departamento de Comunicación y Medios de la Fundación CitizenGO y colabora en el diario digital Actuall.
Desde hace una década, su trabajo la acercó al mundo de las vacunas y comenzó una investigación que la llevó a contactar con científicos de España, Estados Unidos, Japón, Francia, Luxemburgo …fruto de la cual es este libro. Y como ella misma señala, su trabajo y sus investigaciones la hicieron ser cada día más consciente de la enorme guerra en la que “estamos inmersos, que nos ha declarado la cultura de la muerte utilizando desde hace décadas fetos abortados en la fabricación de algunas vacunas; ampliando hasta límites insospechados la corrupción de un sistema que para manipular a la opinión pública, opta por desviar la atención y ocultar éstas y otras muchas cosas que serían muy difíciles de explicar a la sociedad, padres, médicos y sanitarios.
Es una guerra que nos afecta a todos, lo queramos o no, seamos o no conscientes de ello. Y para ganar hay que abrir mucho los ojos, hacer preguntas y buscar la verdad, de verdad”.