La gracia abundante
Hoy lo hacemos compartiendo esta “fraternura”, como diría nuestro hermano del alma, Hugo Assmann. Es una ocasión llena de fraternidad y ternura. Y hemos de regocijarnos.
En primer lugar, la gracia abunda en lo que compartimos. Por eso es tan agradable este momento de evocación y celebración. Ud. nos comparte la alegría de llegar a estos 90 años de vida y nosotros y nosotras nos unimos gozosos a tan trascendental logro. Nos agrada estar aquí.
En segundo lugar, la gracia abundante produce más gracia. Primero a Dios. Luego a Ud. por tanta bendición compartida con sus hijos e hijas, nietos, biznietos. Y los que nos hemos agregado como hijos adoptivos. Como dijera Juan en su evangelio: “Porque de su plenitud tomamos todos y gracia sobre gracia” (Juan 1.14). La gracia de Dios lo ha dado y lo ha llevado a la plenitud del amor en su gracia. .