Salmos: Capítulo 56 – Yo en ti confío

Escrito por el 27 de marzo de 2024

El hombre puede oprimirme, calumniar, herir, odiar, mutilar y asesinarme, para empezar. Pero, por supuesto, esa no es la respuesta que nos da David en el Salmo 56. Su respuesta es: ¡Nada! No si Dios está a mi favor y se opone a la oposición.

El Salmo 56 parece haber sido popular entre los otros escritores bíblicos, ya que se cita en otra parte. Los versículos 4 y 11 se recogen en el Salmo 118: 6 y son citados por el autor de Hebreos en 13: 6. Pablo se refiere al versículo 9 en Romanos 8:31. La primera parte del versículo 13 se cita en el Salmo 116: 6 con sólo una ligera alteración, y la última frase, «la luz de la vida», reaparece en el tercero de los dichos «Yo soy» de Jesús en el Evangelio de Juan: «Yo soy el luz del mundo. El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida ”(Juan 8:12).

En el contexto de este salmo, David ya era el rey ungido de Jehová, pero estaba siendo perseguido por el rey Saul. En esta oportunidad estaba solo y se refugió en la ciudad de Gat de donde era Goliat el filisteo, Aquis era el rey y le dieron aviso de que David estaba en la ciudad.

“Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿no es éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, Y David a sus diez miles? Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquis rey de Gat. Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba. Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, veis que este hombre es demente; ¿por qué lo habéis traído a mí? ¿Acaso me faltan locos, para que hayáis traído a éste que hiciese de loco delante de mí? ¿Había de entrar éste en mi casa?” (1º Samuel 21.11–15, RVR60)

David esta asustado en medio de una ciudad llena de filisteos, sin saber a donde ira sabiendo que el rey de Israel estaba detrás de él. Su vida estaba en peligro. Aqui tenemos pues su oración en medio de esta terrible circunstancia, él esta como una oveja en medio de lobos feroces que quieren devorarle.

¿Alguna vez has tenido miedo? ¿te has encontrado sintiéndote desesperado y solo? En este salmo podrás encontrar aliento para enfrentar el temor. Podemos temer y sentirnos solos, el temor y la soledad es algo que experimentaremos en medio de este mundo salvaje que vivimos. Este salmo nos enseña a confiar, a tener nuestra esperanza puesta en Dios en medio de la soledad y el temor.

En este mundo caído las montañas se estremecen, los enemigos están a la orden del día, las cosas se pueden poner difíciles de un momento a otro, es en medio de estas circunstancias que podemos tener una esperanza y fe firme en Dios. La fe no crece en el terreno de la seguridad y la impasividad donde nada extraordinario ocurre, la fe crece en medio de este mundo caído lleno de amenazas y temores, en este mundo lleno de aflicción. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.

En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)


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